No se trata de una simple avivada. Sebastián Vouillez es un joven emprendedor de Río Grande. Comenzó hace sólo tres años a fabricar pañales en su casa, como una alternativa laboral. Hoy ante la demanda por la pandemia de coronavirus, comenzó a hacer barbijos.
RIO GRANDE.- “Estamos esperando que llegue material, que supuestamente, la semana que viene va a llegar”, indicó Sebastián Vouillez, emprendedor local que adaptó su producción a la demanda causada por la pandemia de COVID-19.
En realidad, Vouillez fabrica pañales, desde casi tres años. Con la pandemia, se complicó la posibilidad de seguir trabajando, pero enseguida también, surgió la oportunidad: “Ahora estamos haciendo barbijos, con el mismo material, que es una tela hipoalergénica, que está en la parte de arriba del pañal”, indicó.
Sebastián investigó cómo podía utilizar esta misma tela para fabricar un elemento tan esencial en el uso médico: “Vi que había demanda, y no se conseguían o que los estaban vendiendo a precios muy altos. Desarmé unos barbijos que tenía, me fijé cómo estaban hechos y los empezamos a armar con la máquina de coser”, explicó el emprendedor.
De todos, modos, Vouillez reconoció que es muy poca la gente que realmente sabe cómo funcionan los barbijos, en qué casos es necesario usarlos, y cómo deben estar confeccionados para ser realmente útiles: “muchas personas los usan algunos por prevención, porque se los piden, pero hay muchos que los usan solamente por miedo. Porque además hay poca información. En la tele tenés a un médico diciéndote que sí deberías usarlo, al rato, otro dice que no, entonces a quién le hacés caso”, dijo.
Por día, Sebastián está realizando unos 150 barbijos: “Los vendemos a 50 pesos por unidad, pero cuando son más de 10, los bajamos a 40, y la mayoría compra en cantidad. Es algo que además puede ayudar a un montón de gente”, indicó.
Antes de ponerse a confeccionarlos Sebastián consultó si realmente era factible armar barbijos que cumplieran una función preventiva: “Un proveedor me dijo que era el mismo material. Él me mostró una certificación de varios municipios que acreditan que es el mismo material, apto para los barbijos. Además, se hacen algunas pruebas que sirven para ver si realmente funcionan o no”, sostuvo.
Desde hace tres años, Vouillez comenzó con la idea de producir pañales. Pero el proyecto, viene desde hace tiempo: “En realidad, fue una tarea que hicimos en el secundario, acerca de un microemprendimiento. Teníamos que armar una empresa, ver que fuera rentable; y me quedó desde entonces la idea. La verdad que en un momento, me vi sobrepasado por la cantidad de pedidos. Y ahora, justamente, no estamos haciendo pañales. En lo que es la producción de barbijos, me está ayudando mi madre, pero estoy yo solo, ”así que no damos abasto”, dijo.
Finamente, el joven emprendedor, recomendó: “Ante todo agradezco a las personas que nos compran. Y bueno, estamos preparando algunos barbijos que vamos a donar también. Pero lo más importante, es que todos se queden en casa”.