MOSCU, RUSIA, (AFP).- El seleccionado de España quedó eliminado en los octavos de final del Mundial-2018 al caer en la tanda de penales ante el equipo anfitrión, Rusia, por 4-3, después de que el tiempo reglamentario y la prórroga hubieran terminado con empate 1-1, ayer en Moscú.
Igor Akinfeev tapó remates con las manos y con los pies para catapultar a Rusia a los cuartos de final de la Copa del Mundo, imponiéndose el domingo 4-3 sobre España en una definición por penales. España cayó por cuarta vez ante el anfitrión de un Mundial, tras hacerlo en Italia-1934, Brasil-1950 y ante Corea del Sur en 2002, en la edición que ese país organizó de manera conjunta con Japón.
El capitán y arquero ruso repelió los disparos de Jorge «Koke» Resurrección e Iago Aspas, mientras que los cuatro rematadores rusos (Fedor Smolov, Sergey Ignashevich, Aleksandr Golovin y Denis Cheryshev) no fallaron.
El partido tuvo un guion invariable. España se encargó de mover el balón e intentar encontrar grietas en un bloque ruso con las líneas muy juntas.
Más espesa según transcurrieron los minutos, la Roja acumuló infinitas posesiones pero no fue capaz de traducirlas en acciones claras de peligro.
Rusia, cuyo plan para marcar pasaba por aprovechar una contra o un balón aéreo, logró su objetivo, al conseguir un gol en uno de los pocos acercamientos que tuvo.
En la recta final el seleccionador español Fernando Hierro intentó agitar el ataque con las entradas de Andrés Iniesta (67) e Iago Aspas (80). Suyas fueron las mejores ocasiones, pero la Roja no fue capaz de encontrar el camino.