Sobrevivir al matrimonio puede ser difícil, pero primero Ben y Sadie tendrán que sobrevivir al curso prematrimonial más loco de todos.
Cuando el ánimo decae y se necesita una dosis de alegría, la comedia romántica siempre es una gran opción. Este género tiene el poder de sacarnos una sonrisa incluso en los días más grises. Ya sea por sus personajes entrañables, sus situaciones disparatadas o ese toque de amor que nunca falla, pocas cosas resultan más reconfortantes que una buena historia de amor con risas aseguradas.
Licencia para casarse (2007) es una de esas películas perfectas para levantar el ánimo. Protagonizada por Mandy Moore, John Krasinski y el inolvidable Robin Williams, esta comedia romántica pone a prueba a una pareja comprometida esta disponible en Max y debes verla
Mira el tráiler de la película acá:
Específicamente, la historia sigue a Sadie y Ben, una pareja felizmente comprometida que sueña con casarse en la iglesia de la familia de Sadie. Sin embargo, el excéntrico reverendo Frank (Robin Williams), quien dirige la iglesia, insiste en que deben completar un curso prematrimonial diseñado para poner a prueba su relación.
El curso incluye tareas poco convencionales, como cuidar bebés robot que lloran incesantemente, evitar el contacto físico antes del matrimonio y responder preguntas incómodas sobre su relación. A medida que las pruebas se vuelven más absurdas, Ben empieza a dudar de la cordura del reverendo, mientras que Sadie se cuestiona si su relación realmente está lista para el matrimonio.
Lo que realmente hace divertida esta película es Robin Williams. Su personaje es una mezcla perfecta de mentor, villano y figura paterna insoportable, con sus métodos de enseñanza poco ortodoxos y su sentido del humor impredecible. Muchas de sus líneas fueron improvisadas, lo que le da un toque fresco a cada escena.
Dirigida por Ken Kwapis, la peli es rápida, ligera y no se anda con rodeos: en 91 minutos te lleva de una prueba loca a otra sin darte respiro. El guion, escrito por Kim Barker, Tim Rasmussen y Vince Di Meglio, no es revolucionario, pero funciona gracias a la química del elenco y a las situaciones exageradas que mantienen el ritmo.
Y hablando del elenco, Mandy Moore y John Krasinski hacen una pareja simpática. Moore es la novia que intenta mantener la calma mientras todo se sale de control. Krasinski, en su era pre-The Office, brilla con su humor gestual y esa expresión de «¿qué está pasando?» que lo hace tan gracioso. Juntos, logran que sus personajes se sientan reales en medio de todo el caos.
Puede que Licencia para casarse no sea la comedia romántica más icónica, pero cumple con su misión: hacerte reír y pasar un buen rato. Si necesitas una película sin complicaciones, con humor absurdo y el sello inconfundible de Robin Williams, esta es una apuesta segura. Puedes verla en Max.