Un equipo de docentes investigadores de la UNTDF investiga las comunidades liquénicas que habitan en los ecosistemas fueguinos con el fin de relevar la diversidad de especies que existe en el lugar y, asimismo, estudiar la vulnerabilidad de sus poblaciones y los potenciales usos medicinales e industriales que poseen.
USHUAIA.- En una iniciativa conjunta con el Museo del Fin del Mundo este año la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, AeIAS, avanzó en un proyecto que busca poner en valor la “Biodiversidad de líquenes como patrimonio natural de Tierra del Fuego”. Se estima que solo en la Isla Grande hay registradas unas 290 especies, que alcanzarían las 350 si se considera la diversidad en el Sector Antártico Argentino y las Islas Malvinas.
Los líquenes son organismos complejos formados por una asociación simbiótica entre hongos y líquenes o cianobacterias. Se encuentran en la corteza de los árboles (como por ejemplo el popularmente conocido como “barba de viejo”), recubriendo superficies rocosas, en los suelos, turbales o incluso en estructuras artificiales. Naturalmente juegan un papel fundamental en las primeras etapas de colonización vegetal ya que favorecen la formación y la fertilidad del suelo.
Tierra del Fuego es la provincia argentina que tiene mayor riqueza de líquenes en comparación con el resto. Estos forman parte del paisaje fueguino, evitan la erosión y ayudan a mantener la humedad de la superficie; además, atrapan semillas de la flora adyacente con lo que se favorece el establecimiento y desarrollo de las plantas vasculares. Por ello, son organismos de vital importancia en la formación y conservación de los bosques”, destacó Juan Manuel Lavornia, docente investigador del Instituto de Ciencias Polares, Ambiente y Recursos Naturales (ICPA-UNTDF).
Bajo la lupa de los naturalistas
Desde el siglo XVII naturalistas e investigadores de diversas procedencias han llevado a cabo visitas a Tierra del Fuego con el propósito de realizar colectas destinadas al estudio de estas singulares especies que habitan la región. Registros históricos revelan el uso medicinal que las comunidades selk’nam y onas daban a dichas especies. Incluso, en la actualidad se pueden encontrar líquenes fueguinos en museos internacionales de cualquier lugar del mundo, mientras que en la provincia este tipo de colección no tiene precedentes.
“Estos organismos son muy importantes porque participan activamente en el ciclado de nitrógeno de los ecosistemas y constituyen hábitats para numerosos microorganismos que viven allí. Además, sintetizan algunos ácidos y compuestos químicos muy interesantes; probablemente debido a ello muchos tienen propiedades medicinales y principios activos que han sido utilizados por los pueblos originarios para su medicina tradicional, no sólo en Tierra del Fuego, sino también en diferentes lugares del mundo”, agregó Lavornia .
Cabe destacar que este proyecto sobre líquenes fueguinos reunirá todo ese conocimiento existente en la materia, tipificará las especies y formalizará un registro de los diferentes usos y aplicaciones industriales. Puesto que en otros países los líquenes se emplean como insumo para la elaboración de productos de higiene personal y en la investigación de principios activos para la industria farmacéutica.
“Estamos en etapa de valorización con el fin de nuclear toda esta información para crear bases de datos, generar una colección de ejemplares herborizados y poner toda esa información a disposición del sistema universitario y de la comunidad en general, para que se pueda seguir profundizando en el conocimiento. El potencial es amplio y es parte de la biodiversidad que se destaca no sólo en Tierra del Fuego sino en el contexto regional”, enfatizó Lavornia.