LA PLATA (NA).- En un partido cargado de polémica, con el trabajo del árbitro Germán Delfino en el centro de los cuestionamientos, Estudiantes se quedó con el clásico de La Plata: superó 1-0 a Gimnasia, con gol de Lucas Albertengo en el epílogo del primer tiempo.
Las urgencias de ambas partes construyeron un primer tiempo trabado, en el que no sobraron espacios, pero en el que abundó el juego brusco. Gimnasia se aproximó sobre todo a partir de la pelota parada y Estudiantes tuvo las dos jugadas de mayor riesgo: un remate de Gómez que salió ancho y un centro de Castro que se cerró y forzó a la atajada de Alexis Martín Arias.
Al árbitro Germán Delfino le costó controlar un encuentro en el que los futbolistas no colaboraron. A los 13 minutos, Mariano Pavone le aplicó un codazo a un adversario, y el juez sólo le mostró tarjeta amarilla. A los 28, en tanto, el Tripero se quedó con 10 hombres por una dura entrada de Lucas Faravelli a Gastón Fernández, que generó una protesta generalizada por la disparidad de criterios a la hora de sancionar.
Con un futbolista más, Estudiantes continuó empujando. Y en su quinto tiro de esquina, encontró la cabeza de Lucas Albertengo, que tradujo la búsqueda en gol: 1-0.
En la segunda etapa, el conjunto de Pablo Quatrocchi no supo cómo usufructuar la superioridad numérica. Necesitado, la visita salió a buscar con pelotas largas y sin calma. Pero Estudiantes, excepto por alguna pincelada de Gastón Fernández, nunca supo cómo cerrar los contragolpes: arribó hasta tres cuartos de campo y casi siempre falló en la puntada final.
La controversia no le quitó alegría a Estudiantes, que celebró su regreso a la victoria luego de tres derrotas consecutivas. El cruce N° 160 en Primera marcó la victoria 58 en el historial para el Pincha.