Dos aviones partieron desde Canadá para trasladar a un integrante de la base estadounidense Amundsen-Scott a un hospital.
USHUAIA.- El principal temor de cualquier programa antártico se hizo realidad. Y en uno de los puntos más inaccesibles del planeta: la base estadounidense Amundsen-Scott, en el Polo Sur. En pleno invierno y mientras la base está sumergida en la noche polar, un avión deberá aterrizar sobre la nieve para rescatar a uno de los integrantes de la base.
Las autoridades del programa antártico de los Estados Unidos no revelaron ninguna información sobre la identidad ni el cuadro de salud del paciente, aunque trascendió que la decisión del traslado responde a que debe ser atendido en un centro médico de alta complejidad.
Dos aviones Twin Otter de la empresa canadiense Kenn Borek, que presta servicios para la Fundación de Ciencias de los Estados Unidos, partieron desde su base en Calgary y ya vuelan rumbo al Polo Sur. Debido a la distancia y la capacidad de los aviones, se estima que no llegarán a destino antes del 20 de junio.
Antes, atravesarán completo el continente americano con rumbo a la base británica Rothera, en la Península Antártica. Allí, una de las aeronaves permanecerá como respaldo ante cualquier eventualidad. Desde allí, la otra volará más de 2 mil kilómetros sobre el hielo antártico hasta el Polo Sur.
La base Amundsen Scott está ubicada justo en el Polo Sur geográfico. Desde hace ya algunas semanas está sumergida en la noche polar. Durante los meses de invierno el sol permanece oculto en esta época del año.
Por este motivo, y la duras condiciones climáticas de la zona, entre febrero y octubre no se programan vuelos a la base. Sin embargo, estas contingencias están previstas y ya se realizaron evacuaciones similares en 2001 y 2003.
Los Twin Otter, son aviones pequeños y livianos que cuentan con la capacidad de aterrizar sobre la nieve con esquíes y son una de las aeronaves más utilizadas en el continente antártico.