En un día soleado más de 180 miniesquiadores participaron de la Mini Marchablanca, evento especial y recreativo para los niños de 4 a 12 años que se llevó a cabo en Tierra Mayor, que además tiene carácter inclusivo con los representantes del CAAD. Los inscriptos se dividieron en trazados de 600 y 2.500 metros, de acuerdo a la edad.
MINI MARCHABLANCA. Los menores -de 4 a 12 años- completaron circuitos de entre 600 y 2.500 metros, en Tierra Mayor. En el evento recreativo también participó un grupo del CAAD. 
USHUAIA.- El Valle de Tierra Mayor se volvió a vestir de fiesta para albergar una nueva edición de la Mini Marchablanca, el evento que le pone punto final a la saga más importante que tiene Sudamérica en cuanto al esquí de fondo.
Con el mero objetivo de que los niños se acerquen a la disciplina, la Mini Marchablanca se creó en 2012 para no sólo completar estos 15 días a puro deporte inclusivo teniendo en cuenta a las personas con discapacidad para que puedan formar parte del proyecto de inclusión social total.
Abriendo las actividades con las acreditaciones a las 10.30, los niños fueron efectivizando su registro para quedar a la espera de la largada, momento que ponía la ansiedad al límite en los chicos.
Finalmente fueron 180 los inscriptos, copando absolutamente todos los cupos que pone a disposición el Club Andino Ushuaia como organizador del evento en la persona de Pablo Valcheff y su staff de trabajo (150, ampliados excepcionalmente).
Acompañados por sus familias hasta el momento del campanazo de inicio, los niños se dividieron por edades en los circuitos previstos. De 7 a 13 años en un recorrido de 2,5 km., de 4 a 6 años en 600 metros al igual que aquellos con raquetas de nieve.
En un contexto único, todos los esquiadores al cruzar la línea de meta recibían su medalla finisher como así también el abrazo de Usupin -la mascota de Ushuaia- y del show provisto por Macrabares. Un refresco y algo dulce tampoco podía faltar en el recibimiento.
En declaraciones a la prensa, Valcheff analizó que “la convocatoria superó las expectativas. El trabajo en conjunto y articulado que se lleva adelante entre el Club Andino Ushuaia, la Escuela Municipal y la escuela que apoya la Secretaría de Deportes de Nación han provocado un movimiento grande en el semillero, lo que queríamos lograr hace tiempo”.
“Es una felicidad enorme para nosotros ver a los chicos con ganas de largar, sobre sus esquíes y esperando el campanazo para verlos disfrutar de lo que nos apasiona. Hemos dejado atrás otro año positivo con Ushuaia Loppet y Marchablanca, por lo que nuestras expectativas crecerán de cara al 2020”, finalizó.
Con la sonrisa en la cara y la alegría en el corazón, los más chicos disfrutaron de una nueva Mini Marchablanca.