Rubén Asencio, uno de los tantos soldados que declararon en la causa por torturas durante la guerra de 1982 murió el viernes 19. Su defunción fue comunicada a través de las redes sociales de la Fundación Napalpí.
USHUAIA.- Ruben Asencio, uno de los excombatientes de Malvinas de la etnia qom, murió el viernes 19 de marzo, en el Chaco, según informó la Fundación Napalpí a través de las redes sociales. Asencio fue uno de los tantos soldados torturados por sus superiores durante la Guerra de Malvinas.
“En el día de hoy, con mucho dolor y tristeza, participamos del fallecimiento de Rubén Asencio. Fue excombatiente de la guerra por las Islas Malvinas. Su testimonio y su legado nos alientan a seguir en la lucha por nuestra soberanía en las Islas”.
“Asencio fue uno, de los tantos excombatientes, que sufrieron torturas de sus superiores en la guerra del ´82, por lo que se inició causa en el Juzgado Federal de Río Grande -Tierra del Fuego- en la cual declaró para dar claridad a los hechos que allí ocurrieron”, publicó la Fundación Napalpí.
La denuncia
El 20 de mayo del año pasado, Eugenio Leiva otro de los veteranos qom que denunció torturas durante la guerra, también murió en la ciudad de Resistencia aunque de covid-19. Vivía en la localidad de Fontana y tenía 56 años.
Junto a Oscar Torres, José Félix Díaz, José Yanevich, Carlos Raymundo Rodas, Orlando Frías José, Alfredo Sánchez, Horacio Gallardo, Jorge Diez, Rubén Asencio, y José Rubén Suárez; denunciaron en 2007 haber sufrido torturas y tratos degradantes consistentes en “estaqueamientos y enterramientos en condiciones meteorológicas de frío extremo, inmersión en el agua del mar, privación de alimentos como práctica de disciplina o control de tropa, golpes de puño o con el armamento”. Y muchas veces estas prácticas violentas se producían bajo el ataque del enemigo (bombardeo naval o aéreo).
Con la activa participación del entonces subsecretario de Derechos Humanos de Corrientes, Pablo Vasell, la mencionada causa sufrió retrasos por la propia burocracia judicial, o por la intervención de los abogados defensores que plantearon irreductiblemente la prescripción de las acciones denunciadas. Incluso la Suprema Corte de Justicia de la Nación se expidió con un comunicado que no podía expedirse al respecto por no haber un hecho juzgado o fallo judicial.
A fin del 2015, cuando merced a la intervención de Miguel Ávila y Héctor Ortega, un grupo de Veteranos de Guerra volvieron a presentar las denuncias ante el Juzgado Federal de la ciudad de Resistencia. Los fiscales federales Sabadini y Vigay tomaron conocimiento de las presentaciones y decidieron remitir al Tribunal Federal de Río Grande por corresponder a esa Jurisdicción la territorialidad de los hechos sucedidos, el detalle significativo que el expediente fue elevado bajo la carátula “Crímenes de Lesa Humanidad”, lo que claramente contribuyó a reimpulsar la causa por determinar la imprescriptibilidad de los hechos.