José vivía solo con sus mascotas, 17 gatos en total. En diciembre, José enfermó gravemente, y una de sus sobrinas que llegó a la ciudad encontró en la casa a los animales en un estado preocupante. En seguida un grupo de mujeres, protectoras de animales, vecinos y hasta un veterinario se ofrecieron a ayudar. Hoy solo quedan 5 de los 17 gatos para ser adoptados.
RIO GRANDE.- La historia, que comenzó como una tragedia, poco a poco tiene un final feliz. Es que lo 17 gatos del anciano José, se vieron desamparados cuando él debió ser internado a raíz de una grave enfermedad. Una de sus sobrinas, llegó desde Santa Cruz, y al verse superada por la situación pidió ayuda a través de las redes sociales.
“El señor José vivía solo, estaba enfermo. Su mujer había fallecido hace algunos años. Cuando sus vecinos se alertan porque no lo ven, se dan cuenta que estaba muy mal, y lo internan ese mismo día”, contó Ángeles Aguirre, administradora del grupo de FB Gatitos en Río Grande Adopción y Búsqueda.
El rescate, fue el día 4 de diciembre, “desde ese día que estamos trabajando con este caso. Nosotros nos enteramos porque cuando viaja una sobrina del Sr. José desde Río Gallegos, en seguida pidió ayuda para encargarse de los animales. En total eran 17 gatos y dos perros”, recordó Ángeles.
El abuelo estuvo internado 3 días y falleció, la noticia fue terrible para nosotros. Había que ubicar 19 animales, 11 de ellos estaban ciegos; y otros tantos con enfermedades. Yo llegué a tener 11 en mi casa. Los demás quedaron en la veterinaria y alguno que otro en casas de tránsito. Pero la gente de Río Grande es muy solidaria, y mucha gente colaboró y sigue colaborando con alimento, piedras sanitarias y artículos de limpieza”, detalló la mujer.
En su página, que integran cerca de 8 mil personas, Ángeles continúa ofreciendo a los animales que aún están esperando una adopción responsable, y sobre todo, agradeció la ayuda recibida: “Gracias a la gente que está dispuesta a amar sin importar las condiciones y la edad. Todos fueron de a poco consiguiendo un hogar. Ante el pedido de ayuda para éste caso, varias animalistas salimos al rescate. Hubo mucho por hacer… desde ir a agarrarlos, a pesar de que ellos estaban muy asustados, transportarlos a la veterinaria, volver a sus controles. La mayoría de los animalitos estaba con bajo peso, ciegos, y algunas hembras estaban preñadas”, relató.
Y aclaró: “Aunque en otras ocasiones hemos tenido ayuda desde el Municipio, en esta oportunidad, la colaboración fue de la gente exclusivamente. También tenemos que agradecer como siempre la ayuda del veterinario Jeremías Sarmiento, que castró y asistió a todos los animales sin pedir un pago en el momento, la verdad que sin eso no podemos hacer nada”.
Si bien, Ángeles y los demás voluntarios que participaron de esta situación, no conocían al señor fallecido, la joven reconoce que fue muy duro en un principio, encontrar la escena, y poner en funcionamiento una estrategia para rescatar a los animales: “Tengo muchos años en esta tarea, no solo acá en esta ciudad si no también de la provincia de la que vengo, pero este caso me conmovió, mejor dicho me shockeó, por las condiciones en que estaban esos animales y también por pensar en cómo un ser humano estuvo viviendo en el abandono total. Cuando entramos a la casa había excremento y orina por todos lados… en la cama, sobre la cocina, heladera, ni hablar de los pisos. Tardamos más de una semana para limpiar, y éramos alrededor de 8 personas”, reconoció.
Hoy, quedan sólo cinco gatos en adopción. Pero todavía hay necesidad de conseguirles alimento, piedras sanitarias, y otros artículos de limpieza. “Es que no son solamente ellos, cada vez hay mas superpoblación de gatos. La gente no toma conciencia, no castra, no los mantiene dentro del hogar, todos los días asistimos a casos. Los aportes en la veterinaria también son indispensables. Y sobretodo que le den a estos cinco animales la oportunidad de volver a tener una familia. Tres están ciegos pero hacen una vida normal, utilizan sus cajas sanitarias como el resto. Estos dos meses fueron de rehabilitación, estaban muy asustados y algunos por esta razón,agresivos. Me costó mucho pero al fin lograron ser gatos que buscan afecto como cualquier otro gato”, expresó Ángeles.
Y concluyó: “Este trabajo se lleva adelante a diario con la única ayuda de la gente. Muchos piensan que se recibe algún tipo de subsidio por este trabajo y no es así. Todo es a pulmón, con venta de rifas, eventos, ferias y la solidaridad de la gente. La gente cree que el trabajo termina con el rescate, y la verdad que es ahí donde empieza, tenemos que conseguir los medios para la atención veterinaria, traslados a controles, hogares de tránsito donde ubicarlos, dar medicación a horario a los enfermos, limpiar. Así que a todos los que quieren colaborar, bienvenidos, y agracias a los que ya lo vienen haciendo”.