En Puerto Madryn, el riograndense y Nadador de Aguas Frías, Luis Argamonte, vivió una experiencia que no olvidará jamás. En la tarde de este miércoles 22 decidió meterse al mar “a dar unas brazadas” cuando fue sorprendido por una ballena. El mamífero, su ballenato y el fueguino nadaron juntos por varios minutos. “Sentí pánico cuando me encaró, pero traté de controlarme. Sentía mi corazón salir del pecho, luego me fui relajando cuando se puso a la par mía”.
PUERTO MADRYN.- Nadar junto a las ballenas es quizás una de las experiencias que muchos quisieran vivir. Es justamente lo que le sucedió al riograndense Luis Argamonte, un reconocido nadador de Aguas Frías que, por razones laborales, se encuentra en Puerto Madryn.
En sus tiempos libres, y para no perder ritmo, se interna en las aguas del mar argentino “para dar unas brazadas”.
Lo cierto es que en la tarde de este miércoles 22 de septiembre, tal como lo había hecho en algunas oportunidades, se metió al mar a nadar. Según contó, el agua estaba a una temperatura que rondaba los 12°C.
El propio Argamonte le contó a este medio que “el Tango me trajo hasta Puerto Madryn y, de paso, quise conocer la fuerza de sus aguas. Nadar aquí fue como entrar al Caribe, por la temperatura del agua que en esta época ronda los 12°C y por la claridad y su azul inmenso”.
Relató que, en la tarde del miércoles, se había internado en el mar “para disfrutar de la calidez del agua, la claridad y el azul inmenso”. Sin embargo y mientras disfrutaba de ese momento y esas sensaciones, “se sumaron otras, al ver a mi costado izquierdo una gran nube oscura, como si fuera una gran muralla por debajo del mar. Era una ballena. Sentí mucho miedo cuando se me acercó. Mis palpitaciones eran muy fuertes, pero traté de tranquilizarme, por un momento quise tocarla pero no me atreví, estaba casi sin aliento de la emoción. Sentía un nudo en la garganta”.
Sin embargo y en medio de todo ese gran flujo de sensaciones y emociones se dio cuenta que la ballena que lo acompañaba no estaba sola sino que “estaba acompañada de su ballenato. Fue una gran experiencia. Creo que mientras nadaba lloraba y agradecía a Dios por sentir ese privilegio de estar viviendo ese momento único”.
A pesar de la experiencia que vivió, Luis Argamonte explicó que está prohibido salir a buscar a las ballenas “pero si estás nadando y se te acerca una, no es delito”.
Cabe destacar que Luis Argamonte firma parte del grupo de NAF (Nadadores de Aguas Frías) y para él nadar en aguas heladas es algo que hace habitualmente con temperaturas muy bajas. “Llegué hacerlo con aguas con 1.4°C de temperatura y -14°C de temperatura exterior”. Explicó que nadar en aguas frías genera sensaciones que no tienen explicación. “Desde sentir cuando cala el frío y tú cuerpo se protege, buscando calorías por todos lados, hasta sentir el corazón como irriga sangre, para proteger los órganos cuando es abrazado por esa inmensa fuerza de la naturaleza. Hoy puedo decir que aprendí a disfrutarlo plenamente porque hace un año que deje el traje de neoprene”.
En esta oportunidad, a la experiencia de nadar en aguas frías, el riograndense Luis Argamonete le sumó el privilegio de nadar acompañado de ballenas. “Fue una experiencia que no olvidaré jamás mientras viva”.
Cabe destacar que Luis Argamonte y Natalia Couto son experimentados bailarines de tango y se encuentran en Puerto Madryn brindando una serie de seminarios. Lo que enseñan es interpretación musical para bailarines de Tango. El fueguino contó que el marco laboral ha resultado una buena recepción a pesar de las restricciones sanitarias por coronavirus.