BUENOS AIRES (NA).- Los números de River hablan por sí solos. El conjunto dirigido por Marcelo Gallardo está inmerso en una crisis futbolística que puede llegar a traer problemas a futuro y vale la pena repasar qué jugadores son los responsables de este oscuro presente a nivel local y de qué alternativas dispone el entrenador.
Desde la reanudación del torneo este año, Gallardo se inclinó por Lux/Armani; Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Javier Pinola, Marcelo Saracchi; Ignacio Fernández, Enzo Pérez, Leonardo Ponzio, Gonzalo Martínez; Ignacio Scocco y Borré/Pratto. Pero los rendimientos individuales de la mayoría no estuvieron a la altura de las circunstancias y varios de estos titulares son cuestionados.
El DT piensa en modificar fichas y tal vez tenga a mano la llave para torcer esta historia: Jonatan Maidana, Camilo Mayada, Bruno Zuculini y Juan Fernando Quintero son nombres que aparecen en su mente.
Caudillo y referente del plantel, Maidana estuvo cerca de marcharse al fútbol mexicano, pero tras una conversación con Gallardo, decidió quedarse a luchar por un lugar. Por el momento no dispuso de minutos en 2018, ya que el estratega riverplatense ve en mejores condiciones al juvenil Martínez Quarta y Pinola -uno de los que más minutos acumuló en lo que va del torneo-, pero no sería extraña su reaparición.
El uruguayo Mayada fue utilizado como rueda de auxilio desde su arribo al club. Incluso la semana pasada se barajó que pudiera estar desde el inicio frente a Lanús, pero finalmente quedó afuera de la nómina de suplentes, pese a estar entre los convocados. Surge como un reemplazo natural de Gonzalo Montiel, otro de los que más jugó.
Zuculini es la apuesta millonaria para suplir a Ponzio en el futuro, pero Gallardo no descarta incluirlo junto al capitán entre los once. Con roce europeo, el mediocampista de 24 años es un todoterreno que bien podría dividirse la mitad de cancha con él.
Además, el colombiano Quintero quiere ganarse un lugar e Ignacio Fernández, otro de los de pobre rendimiento, es el apuntado. El ex Independiente Medellín saltó desde el banco en los últimos dos compromisos y es una de las debilidades del Muñeco. Su gran desafío será soportar el ritmo arrancando desde el minuto cero si le dan una chance.