El pasado fin de semana se jugó la quinta fecha del Torneo chileno en segunda división, y en Deportes Limache se dieron varios factores de importancia, uno para el conjunto de la región de Valparaíso, y otro para los afectos de los afectos de los fueguinos.
RIO GRANDE.- En un partido chivo, Limache derrotó 2-1 a Deportes Linares, jugando 50 minutos con dos hombres menos y con el score en ese momento favorable por 1-0, el entrenador Víctor Rivero mandó a llamar al riograndense Matías Godoy, quien por primera vez en cinco juegos había sido convocado al banco de suplentes.
Matías, quien había firmado su primer contrato como jugador profesional en los primeros días de marzo -desde mediados de enero se encuentra en Chile donde realizó la pretemporada con el plantel-, no había podido debutar antes por falta del permiso laboral, se le dio la chance de debutar en el primer equipo y ayudar a sostener un resultado favorable que hoy los deposita en la primera ubicación de la tabla.
Con el sueño cumplido de debutar como jugador profesional, Matías Godoy habló en el programa Fair Play que se emite desde las 17:00 por la 90.1, FM Fuego, y esto fue lo que comentó:
“Estaba muy metido en el partido, era un partido que lo teníamos controlado, lo ganábamos 1-0 y a los 35 minutos echan a un compañero y 5 minutos después, nos quedamos con dos hombres menos y yo ya me sentía adentro. El técnico segundos después me llama para ingresar, en ese momento un ayudante alerta que sólo restan minutos para el cierre de la primera etapa y frenan el cambio y nos fuimos al descanso”.
Al ser llamado en el vestuario, el fueguino dijo: “La verdad que en un segundo se me pasó todo por la cabeza, mis inicios cuando era chico, el esfuerzo que hizo mi familia, los momentos tristes que me tocó vivir lejos de ellos. En el entretenimiento me hablaba el entrenador en el vestuario y yo intentaba concentrarme en todo lo que necesitaba de mí dentro de la cancha y mi cabeza estaba a mil, me pasaba todo lo vivido, fue un momento hermoso, y ya con el partido terminado me senté con los ojos llenos de lágrimas, no lo podía creer”.
También tuvo tiempo de acordarse de los malos ratos que le tocó vivir en todo este recorrido que viene transitando: “Uno cuando se va por un objetivo y ve que para los técnicos hay muchos jugadores por delante tuyo es muy duro, estando lejos de la familia la tenés que pelear solo y es complicado; hoy me acuerdo cuando estuve un año en Argentinos donde no jugué casi nada, las cosas no me salían para nada, tenía muchas cosas en la cabeza y en esos momentos es cuando está la familia, porque por más lejos que estaban, sabían cómo contenerme, fue importante mi novia Abril que en esos momentos me apoyó mucho, y por ello cuando terminó el partido lloré mucho al acordarme lo transcurrido, sé que esto recién empieza, que tengo mucho camino por delante y mucho por aprender”.
Alguien con humildad no puede dejar de recordar a sus seres cercanos, aquellos que siempre estuvieron en esos momentos difíciles y el por qué de su humildad: “Los valores que me inculcaron mis padres trato de respetarlos a rajatabla, ser humilde, trabajar mucho, no bajar los brazos, ser respetuoso. El otro día hablando con mi novia, ella es la que me escucha siempre, me preguntaba qué se sentía ser profesional, que sentía al haber llegado, y yo le comentaba que trataba de no pensar mucho de ello, que ya habrá tiempo para analizar con todos ellos (por la familia) compartiendo un asado, hoy estoy enfocado en el día a día e intento no pensar demasiado en lo que me está pasando, estoy disfrutando el momento y sé que debo estar enfocado en el camino que ha emprendido el club”.
“Tuve la suerte de tener a mi viejo, él tenía planeado para mí este presente; hoy ya más grande me pongo a pensar el esfuerzo que hicimos juntos cuando yo sólo tenía 7 u 8 años, de salir a correr por la playa, dejar el auto en la Casa de la Cultura y correr hasta el Cristo, sabiendo él que a mí gustaba el trabajo, el sacrificio, y hoy me doy cuenta que eso fue fundamental para vivir el presente”.
“Fue difícil dejar la casa, la comida de mamá. En la CAI disfrutaba los momentos de entrenamientos y el resto del día sufría mucho, porque estaba lejos de la familia, porque a veces la comida no me gustaba y la tenía que comer de todas maneras porque no había otra cosa, es sacrificado y eso hay que ser fuerte de la cabeza, por eso le digo a los chicos que quieran seguir esta carrera que es muy sacrificado pero que el premio es hermoso”.
Consultado sobre el club donde hoy está realizando sus primeras armas, el fueguino no dudó en describirlo: “El club nos atiende muy bien, estamos en un lugar muy cómodo con otros compañeros, no nos hace falta nada, sólo enfocarnos en entrenar y jugar. Cuando llegué de hacer inferiores en Argentina a este lugar pensé que estaba en Hollywood, fue increíble pasar de inferiores a ser profesional acá, es hermoso, estoy recontra cómodo y disfrutando mucho esta posibilidad que me ha dado Deportes Limache”.