El buque de la Armada Argentina concretó el control efectivo de buques de interés en distintas zonas del Atlántico Sur, obteniendo el resultado positivo y colaborativo de los mismos que permitieron corroborar sus permisos de pescas.
BUENOS AIRES (La Gaceta Marinera).- La semana pasada arribó a la dársena de la Base Naval Mar del Plata la corbeta ARA “Granville”, luego de efectivizar una nueva operación de control de los espacios marítimos nacionales en los límites de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Mar Argentino.
La unidad naval, dependiente de la División Patrullado Marítimo (DVPM), había zarpado para monitorear la actividad pesquera y el tránsito de embarcaciones por aguas nacionales. Para ello sumó a la dotación de Visita Registro y Captura (VRC) de la unidad a personal de la Agrupación Buzos Tácticos, y un inspector de pesca del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Durante la navegación, el buque de la Armada Argentina concretó el control efectivo de buques de interés en distintas zonas del Atlántico Sur, obteniendo el resultado positivo y colaborativo de los mismos mediante comunicaciones radiales que permitieron corroborar sus permisos de pesca, sus datos técnicos y comerciales, y llevar a cabo un detallado registro fotográfico de cada embarcación.
En tal sentido, el Jefe de Operaciones de la corbeta, Teniente de Navío Nelson Preveth, destacó que “resulta de vital importancia llevar a cabo este tipo de actividades a fin de contribuir a la protección de los recursos nacionales, siendo esta tarea una de las principales de la División Patrullado Marítimo”.
Luego de algunos días de escala técnica en el Puerto de Ushuaia para cumplir tareas de apoyo logístico en el Área Naval Austral, la “Granville” efectuó una etapa de navegación junto al aviso ARA “Teniente Olivieri”, la lancha rápida ARA “Indómita” y la lancha ARA “Surubí” desarrollando distintos tipos de ejercitaciones tácticas. Concluido esto, la “Granville” y el “Olivieri” continuaron navegando juntos hasta las inmediaciones de la zona denominada Punta Loyola en la provincia de Santa Cruz, donde el aviso se destacó para cumplir tareas de mantenimiento de las ayudas a la navegación, en coordinación con el Servicio de Hidrografía Naval.
Posteriormente, la unidad de la DVPM se destacó al límite de la ZEE, donde continuó sus tareas de monitoreo y control de los espacios marítimos juridiccionales. Luego de varias semanas operando para contribuir al resguardo los recursos nacionales en el mar, la corbeta ARA “Granville” ingresó a la dársena de la Base Naval Mar del Plata culminando su misión, siendo relevada por otro buque de la Armada en el mar.
Al respecto, su comandante, Capitán de Fragata Manuel Alejandro Lazarte, expresó: “El balance de esta navegación fue sumamente positivo; permitió a la dotación de la corbeta ARA ‘Granville’ consolidar su adiestramiento de todos los conjuntos operativos a nivel individual y grupal, con énfasis en las tareas de control de los espacios marítimos. Este tipo de navegaciones representan algunas de las actividades que realizamos en forma continua con las unidades de la División de Patrullado Marítimo pertenecientes al Área Naval Atlántica”.
Al tomar puerto, y sin mediar pausa de por medio, la corbeta inició un nuevo alistamiento con el objetivo de regresar al mar a la brevedad, en respuesta al plan anual del Comando del Área Naval Atlántica.
Adiestrarse en el mar
También durante la navegación, la dotación de la corbeta pudo llevar a cabo su adiestramiento individual de unidad mediante diversos niveles de instrucción de acuerdo al plan de adiestramiento anual establecido por el comando superior.
Con condiciones climáticas y marítimas variadas, la “Granville” recreó a bordo situaciones con niveles de complejidad diferentes, motivando el desarrollo de distintos roles como control de averías; lucha contra incendios; abandono de la unidad; maniobras de rescate de hombre al agua; maniobras marineras generales y rol de combate.
También, y con especial énfasis dada sus funciones como parte de la DVPM, la corbeta incrementó su adiestramiento en procedimientos de VRC, para lo cual la dotación especializada de buzos tácticos embarcada en la unidad transmitió sus conocimientos y experiencias al grupo VRC propio de la unidad, bajo una hipótesis de interceptación marítima.
En dicho marco, el personal trabajó técnicas de aproximación con botes a un buque de interés; seguridad y desplazamiento a bordo; manejo de armamento liviano con tiro efectivo; combate cuerpo a cuerpo; e interacción con tripulaciones cooperativas y no cooperativas.
El Jefe de Armamento de la “Granville”, teniente de Navío Germán Arbizu, explicó que “el adiestramiento de VRC es necesario para que el personal adquiera las destrezas necesarias relacionadas con las tareas que realizarán para contribuir en la protección de los recursos nacionales y las leyes internacionales estipuladas bajo el marco legal de la CONVEMAR (Convención del Mar)”.