Greenpeace denuncia graves consecuencias

El escape masivo de salmones en aguas chilenas preocupa a Greenpeace por el potencial desastre ambiental.

Desde la ONG advierten que hay dos toneladas de antibióticos en las aguas de la zona que representan un cuarto del total de los antibióticos que consumen todos los habitantes de la región de Los Lagos.

BUENOS AIRES.- Como un desastre medio ambiental de graves e insospechadas consecuencias calificó Greenpeace la situación que viven las aguas de la región de Los Lagos en la Patagonia chilena tras el escape de 690.000 salmones desde un centro de cultivo de la empresa Marine Harvest. El hecho sucedió a unos 20 kilómetros al sur de Puerto Montt, a la altura de la ciudad rionegrina de El Bolsón.

“Estamos frente a un hecho de la máxima gravedad. Se trata de un potencial desastre medio ambiental cuyas consecuencias para la zona están por verse, pero que pueden ser gravísimas. No solo se trata de una de las mayores fugas de salmones en Chile, sino que los peces que escaparon tienen altas dosis de antibióticos, por lo que constituyen un peligro y no pueden ser consumidos”, alertó Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace.

De acuerdo con la ONG, en este momento hay dos toneladas de antibióticos en las aguas de la zona, que representan un cuarto del total de los antibióticos que consumen todos los habitantes de la región de Los Lagos en un año y es igual a lo que emplearía toda la salmonicultura de Noruega en cuatro años.

“Lo más grave es que apenas se ha recuperado el 5,5% del total de los salmones escapados. La cifra es un verdadero fracaso y demuestra la incapacidad que ha tenido la empresa para intentar reparar el gran daño medioambiental que ha generado. Es alarmante que sigan libres 650.000 salmones y sus consecuencias parecen ser irreversibles”, señaló González. De igual manera, la masa de salmones escapados actuará como devoradora de una gran cantidad de pescados y mariscos salvajes de la región. “En un año podrían comer el equivalente al consumo de pescados y mariscos de 230.000 chilenos. O, dicho con otro ejemplo, consumirán el equivalente a un mes de toda la pesca artesanal de Magallanes”, explicó la vocera.

“Es necesario que las autoridades investiguen las causas de esta fuga y procedan con las sanciones correspondientes. No puede ser que un simple temporal, nada fuera de lo común en la zona, genere una emergencia de esta magnitud. El centro se instaló en 2017 y en menos de un año presentó esta emergencia. Es evidente que hay normas de seguridad y de impacto ambiental que no se están cumpliendo”, criticó González.