Con la llegada del otoño y los cambios de temperaturas es común la presencia de la gripe.
RÍO GRANDE.- Con la llegada del otoño y los cambios de temperaturas es común la presencia de la gripe. Esta enfermedad genera gran preocupación a nivel social, debido a su incidencia en grupos más vulnerables como niños, adultos mayores y personas con problemas preexistentes de salud. La incidencia del virus de la Influenza varía según la edad, siendo más frecuente en los niños (entre el 20 y el 30 por ciento) que los adultos jóvenes (entre el 5 y el 10 por ciento). Si bien la mayor tasa de internación se observa en mayores de 65 años y en menores de 4 años, las personas con comorbilidad como enfermedad renal, inmunocomprometidos, enfermedad pulmonar y embarazadas son más propensos a contraer esta enfermedad.
La vacuna es la principal medida de prevención. Tras la vacunación las personas desarrollan anticuerpos que los protegen contra la infección por cepas similares a las incluidas en la vacuna.
La gripe estacional se caracteriza por el inicio súbito de fiebre alta, tos (generalmente seca), dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal. Este año, la cepa circulante para la gripe es un virus de Influenza A cepa H3N2. Es importante tener en cuenta que esta vacuna no contiene virus vivos, razón por la que no es posible que ocasione gripe. Cualquier enfermedad respiratoria que acontezca inmediatamente después de la vacunación representa una infección coincidente y no relacionada con la vacunación. El efecto secundario más frecuente es una reacción local (dolor, eritema) en el lugar de la inyección que dura menos de 48 horas.
Vacunación 2019
A fines del mes de abril se inició el plan de vacunación antigripal en todo el país, que tiene como objetivo reducir las complicaciones, hospitalizaciones y secuelas ocasionadas por el virus Influenza. Por esta razón, el Ministerio de Salud de la Nación provee la vacuna en forma gratuita para la población de riesgo. La misma es aplicada al personal de salud, embarazadas, puérperas, niños de 6 a 24 meses de edad, personas entre los 2 y 64 años que tengan factores de riesgo, personas de 65 y adultos mayores.
Sin embargo, la colocación de la vacuna está contraindicada en personas con hipersensibilidad a los principios activos, a alguno de los excipientes y a los residuos o antecedentes de reacción anafiláctica en una vacunación previa contra la Influenza. También está contraindicada en personas con antecedentes de Síndrome de Guillain-Barre ocurrido dentro de las seis semanas de haber recibido una dosis de vacuna antigripal.
¿Por qué decirles sí a las vacunas?
Las vacunas son una de las herramientas de salud y prevención que mayor beneficio producen, tanto de forma individual como colectiva, previniendo enfermedades que años atrás causaban grandes epidemias.
Las vacunas contienen versiones debilitadas de un virus, versiones que se asemejan a un virus o una parte de las bacterias, los cuales se denominan antígenos. La presencia de ellos estimula al sistema inmunológico creando anticuerpos, los cuales lo protegen de virus o bacterias a las que pudiera estar expuesto en un futuro. La respuesta inmunológica originada por las vacunas es similar a la de la infección natural, pero en la inmensa mayoría, sin peligro para el paciente.
Actualmente, se cuentan con herramientas valiosas para enfrentar la influenza. La existencia de una vacuna que brinda protección contra el virus circulante, conocer cuáles son los grupos de riesgo, realizar una consulta médica ante un cuadro febril con síntomas respiratorios, tomar medidas de prevención adicionales en el hogar, y disponer de antivirales para tratar a los pacientes más graves, permiten disminuir los casos y sus consecuencias.
La vacunación es un acto de responsabilidad individual que también tiene un inmediato y fuerte impacto social: cuidar al otro.