Navegaron a bordo del rompehielos ARA “Almirante Irizar” y se suman a la generación de guardaparques que hace más de tres décadas participan de la actividad científica en el continente antártico.
ANTÁRTIDA (La Gaceta Marinera).- El 28 de enero, luego de zarpar del puerto de Buenos Aires, el rompehielos ARA “Almirante Irizar” (RHAI), comenzó la segunda etapa de la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2024/25, llevando a bordo a las dotaciones entrantes de las Bases Antárticas Conjuntas Orcadas y Belgrano II, junto a un grupo de científicos que efectúan estudios en las distintas bases de nuestro país.

Entre los integrantes de la nueva dotación de la Base Antártica Conjunta (BAC) Orcadas se encuentran los guardaparques nacionales Gabriel Capuzzi y Gabriel Bilhé Manzini, quienes se suman a la generación de guardaparques que hace más de tres décadas participan de la actividad científica en el continente antártico.
Capuzzi, bonaerense que trabajó en Misiones durante 14 años, aseguró: “Estar en la Antártida es una experiencia única. A nivel personal, lo tomo como un desafío, con el honor y el orgullo de afrontarlo como tal”.
Desde el punto de vista profesional, agregó: “Lo más lindo de mi carrera es el conocer y observar diferentes especies. En este caso particular, me gustaría ver distintos albatros o focas leopardo”.
Gabriel Bilhé Manzini, quien es oriundo de la localidad de Pigüé, es guardaparque desde 2010 y trabajó en el Parque Nacional Los Alerces hasta que fue seleccionado para invernar durante este año.
“Cuando ejercemos esta profesión, uno de los objetivos principales es poder realizar una campaña o una invernada, por lo que es muy especial estar en el Continente Blanco”, explicó Bilhé Manzini.
“Para este 2025 espero desarrollar y mejorar mis habilidades como guardaparque, en un ecosistema diferente a todos y lograr un buena convivencia y trabajo en equipo con el resto de la dotación de la base”, concluyó el pigüense.
Todo este camino recorrido tiene sus antecedentes en los investigadores del Instituto Antártico Argentino (IAA) que iniciaron en 1984 diversos programas anuales de investigación y monitoreo del ecosistema, en el marco de convenios internacionales y de compromisos con la Comisión Internacional del Tratado Antártico, requiriendo que quienes lo realizaran invernaran en la base.
El pionero de los guardaparques invernó en Orcadas en 1990, participando en el equipo científico. Al año siguiente, el IAA junto con la Administración de Parques Nacionales (APN), firmaron un convenio para que colaboren con los programas de investigación en las bases Orcadas, Esperanza y Jubany (actual Carlini), que llevan adelante proyectos científicos desplegados en el terreno durante el invierno.
A partir de ese momento, la APN realiza una selección de guardaparques mediante concurso de antecedentes, para que participen de las CAV y de las invernadas en entornos donde tienen la posibilidad de trabajar en condiciones climáticas extremas y desarrollar su capacidad técnica en el marco de proyectos de investigación nacionales e internacionales.
Es así que Argentina es el primer país a nivel mundial en enviar guardaparques de manera ininterrumpida al continente blanco, el área de conservación internacional más importante del mundo.
Cabe destacar que la Base Antártica Conjunta Orcadas cuenta con un Laboratorio Antártico Multidisciplinario (LABORC) que concentra las actividades científicas, principalmente investigaciones sobre glaciología continental y marina, sismología y observaciones meteorológicas; estas últimas de manera continua desde 1903.
Además de las actividades mencionadas, en las que participarán en el año, Capuzzi y Bilhé Manzini colaboraron en proyectos de sismología, geodesia, dasometría, macroalgas y aves, que se llevaron a cabo durante el tiempo que tardó el RHAI en ir hacia Belgrano II y volver a Orcadas.
Sobre su estadía a bordo del rompehielos, que los replegará en la próxima CAV, destacaron “el respeto y la predisposición que demostró el personal de la Armada Argentina”.