Habrá 8 millones de niños pobres

Más de ocho millones de niños, niñas y adolescentes de la Argentina serán pobres a fin de año, el 63% de la población incluida en ese segmento social, según un informe divulgado ayer por la sede local de Unicef.

Foto NA: PABLO LASANSKY

BUENOS AIRES (NA).- Más de ocho millones de niños, niñas y adolescentes de la Argentina serán pobres a fin de año, el 63% de la población incluida en ese segmento social, según un informe divulgado ayer por la sede local de Unicef.
Con esta estimación, a lo largo de 2020, un año marcado por la pandemia del coronavirus, se producirá un aumento de 1.300.000 chicos y chicas con relación a fines de 2019, de acuerdo con el relevamiento del organismo dependiente de la ONU.
Los datos corresponden a la nueva estimación de la pobreza infantil en el país que refleja el impacto que tuvo la pandemia en las variables sociales.
Las nuevas estimaciones del organismo alertan que, entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020, la cantidad chicas y chicos pobres pasaría de 7 a 8,3 millones.
“El coronavirus afecta la vida de los chicos y las chicas de todas las clases sociales, pero en las familias más pobres el impacto es mucho mayor”, afirmó Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social de UNICEF.
Señaló que “el porcentaje aumenta al 29% cuando el hogar no tiene ingresos laborales, al 25% en barrios populares y al 22% para los titulares de la Asignación Universal por Hijo”.
Según las proyecciones de Unicef Argentina, en diciembre próximo, el porcentaje de niños y niñas pobres alcanzaría el 62,9%, de acuerdo con los cálculos efectuados en base a datos oficiales del INDEC y pronósticos del Producto Bruto del FMI.
Esta nueva encuesta es representativa de la totalidad de los hogares con niños, niñas y adolescentes del país, y es comparativa con el relevamiento realizado en abril de 2020.
La encuesta Unicef muestra que, más allá de la apertura de actividades, de la flexibilización de la cuarentena en parte del país y del programa de asistencia al trabajo y a la producción, hay 2,6 millones de hogares que tienen sus ingresos laborales reducidos.
Según el estudio, es el 45% del total de los hogares encuestados: en abril, las reducciones afectaban al 60%.
La representante de Unicef Argentina, Luisa Brumana, destacó que -en este contexto- el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) alcanza al 47% de los hogares, frente al 22% que lo recibía en abril.
“Son 13 millones de personas que habitan en 2,8 millones de hogares donde al menos un miembro recibe el IFE”, dijo Brumana, y señaló que la continuidad de los programas de protección social es “clave para evitar que más hogares caigan en la pobreza extrema”.
“Deben redoblarse los esfuerzos para que ninguna familia en condiciones de vulnerabilidad se quede por fuera de estos beneficios”, señaló.
Una de las variables en las que impacta con más fuerza la disminución de los ingresos en los sectores vulnerables, es en el consumo de alimentos.
“Los programas alimentarios como la tarjeta ALIMENTAR, entre otros, alcanzan al 36% de los hogares (frente al 19% en abril); el porcentaje de hogares encuestados que dejó de comprar algún alimento por no tener dinero disminuyó levemente del 28 al 26%”, remarca el informe.
No obstante, indica que “la concurrencia a comedores populares aumentó (pasó del 8% al 10%) y mejoró notablemente el acceso: en abril el 8% de las personas que concurrieron a un comedor reportaron problemas para acceder o retirar viandas; en julio este porcentaje se redujo al 1%”.