El secretario de Salud Mental y Adicciones, David De Piero, especificó que el trabajo de su área a cargo “hace hincapié en fortalecer el trabajo con todas las áreas de Atención Primaria de la Salud, del Centro de Abordaje de las Problemáticas de Consumo Ushuaia, del Centro de Salud Mental y Problemáticas de Consumo ‘Dr. Ramón Carrillo’ y del Hospital de Día, que son las instituciones que tienen un trabajo más fuerte en territorio”.
USHUAIA.- “Además contempla proyectar y fortalecer todo lo relacionado con los dispositivos intermedios, como las casas de medio camino, hospitales de día, todo aquello que hace que el paciente pueda ser asistido sin tener que vulnerar sus derechos”, remarcó, para resaltar que “es en esta línea en la que se está trabajando”.
De Piero observó que “la pandemia presentó un desafío enorme para la Salud Mental”, en virtud del impacto que tuvo en la población; razón por la cual “fuimos readecuando los dispositivos, como, por ejemplo, la atención telefónica con seguimiento de casos de pacientes, y también seguimiento domiciliario de pacientes”.
En ese sentido observó que “el Hospital de Día de Ushuaia, en los momentos que no puede trabajar con grupos, por las restricciones planteadas por el COE, se visita a los pacientes en sus domicilios”; es decir que, “hay una readecuación de los dispositivos y, además, un reforzamiento de la atención, a través del teléfono y muy particularmente a través de Atención Primaria de la Salud”.
El Secretario de Salud Mental y Adicciones adelantó que para el próximo año “se está construyendo un escenario nuevo, que es incierto, pero en el que lo social y la Salud Mental van a tener una relevancia muy especial”.
“Esto tiene que ver con la pospandemia, pero también con el tránsito hacia esa etapa”, manifestó, porque “si bien sabemos que hay una vacuna, no es de un día para otro y entonces también va a ser un tránsito la reactivación de los diferentes dispositivos sociales, como educación, trabajo, espectáculos, turismo”.
Consideró que “esa pospandemia va a implicar nuevos desafíos y nuevas maneras de subjetividades, y también de padecimientos; porque si bien uno le puede poner un nombre concreto, más que pospandemia, entendemos que va a implicar una etapa con una demanda importante para nosotros”.
De igual modo adelantó que la tarea consistirá en “ir al encuentro con eso que no conocemos, así que antes no conocíamos una pandemia, ahora tampoco conocemos una pospandemia”, aunque aclaró que “nos tenemos que preparar para entender que por las dificultades económicas y sociales que se van suscitando, por lo efectos del aislamiento social, de los distanciamientos y del temor, habrá una necesidad muy grande de la población en materia de salud mental, que es un término que va más allá de los psicopatológico”.
Aclaró, no obstante, que “lo que sí sabemos es que el trabajo que se viene es con todos los sectores y todas las instituciones” para anotar luego que “atravesar un cuadro de incertidumbre es parte de lo humano y, también, una tarea de la salud mental acompañarlo” y observar que “eso, en sí mismo no reviste una psicopatología”.