El titular de la Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, aseguró ayer que habrá “serias dificultades” para que las clases presenciales puedan retomarse en agosto próximo en los distritos en los que no haya coronavirus, porque “las escuelas no están bien y tienen serias falencias a nivel de infraestructura”.
BUENOS AIRES (NA).- Romero, quien también es secretario de Políticas Educativas de la CGT, sostuvo que “las dificultades del sistema educativo en el contexto de la pandemia de coronavirus no son nuevas, y ya quedó demostrado la histórica ausencia del Estado como principal actor y responsable de la educación”.
“El interior del país es muy distinto a la Capital Federal. Si se pretende que las clases comiencen en las escuelas que no tengan dificultades, no empezarán nunca, porque están saturadas de dificultades”, aseguró el dirigente gremial.
El dirigente añadió que el Estado debe invertir hasta agosto próximo para que los establecimientos educacionales “estén en condiciones” y retomen las clases.
“Deseo que se recupere el dictado de clases, pero en 60 días la Argentina no podrá solucionar los históricos problemas del sistema educativo. El Gobierno debería informar respecto de qué escuelas están en condiciones”, puntualizó.
También sostuvo que ante “un contagio de un docente o un alumno se producirá un problema penal, más allá de lo político, por lo que el Estado tiene que empezar a acondicionar las escuelas”.
Además, enfatizó que la mitad de los menores “no pudieron conectarse a internet en el contexto de la pandemia”, y pronosticó que a partir de todas esas dificultades “se producirá una gran deserción escolar”, en tanto aseveró que el regreso a clases en agosto “es más una posibilidad que una certeza”.