Mirta Rosa Gallardo atraviesa por una situación desesperante y siente que el juez Duarte de Gouvea la ha desamparado a ella y sus hijos. Desde hace cinco meses que su expareja le cercenó la posibilidad de acceder a su vivienda, que es un hogar familiar. Con artilugios legales y audiencias que no prosperan, pasa el tiempo y la damnificada no encuentra una respuesta. El viernes quiso radicar una denuncia en la Fiscalía y un auxiliar de justicia le impidió llegar al funcionario de turno.
RIO GRANDE.- Hace cinco meses que una mujer y sus tres hijos (dos de ellos menores de edad), confiaron en dejar en la Justicia la resolución de un conflicto con su expareja pero pasa el tiempo, siguen los dispendios y los artilugios legales, pero no llega ninguna respuesta.
Luego de iniciar los trámites de divorcio, Mirta Rosa Gallardo se encontró un día 7 de enero, de este año, que su expareja se encerró en la vivienda y no la dejó entrar ni a ella ni a sus hijos. Esto la obligó a recurrir, con abogados, a presentar una demanda en el Juzgado de Familia, a cargo del juez Pablo Duarte de Gouvea, la que está caratulada “Gallardo Mirta Rosa c/Chávez Diego s/atribución del hogar conyugal”.
La causa se comenzó a tramitar durante la feria judicial y si bien se hicieron todas las presentaciones, con las pruebas pertinentes, las semanas y los meses fueron pasando, hasta que llegó mediados de abril sin una respuesta. Lo único que siempre hubo fueron audiencias de las que ni siquiera participaba el Juez y dejaba todo en tarea de su Secretario.
El caso se agravó porque la casa fue ofrecida en venta por su expareja en Facebook y hace poco, Mirta pudo constatar con la Policía que la vivienda se vendió y ahora está en poder de una persona llamada Ricardo Jerez, quien le expuso un boleto de compra venta.
Mirta Gallardo hace diez años que es empleada en el Hospital Río Grande, se desempeña en el sector de la cocina y con su sueldo de una categoría Pomys, debe subsistir ella y sus hijos, en un cuarto de tres metros por tres metros, que le facilitó su hermana, con la esperanza de que el conflicto judicial se resolvería rápido, pero el Juez demora una resolución, fijando audiencias que se agendan de un mes a otro.
Situación desesperante
“Mi situación ya es desesperante, no he recibido respuesta alguna, a pesar de que al Juez le hemos aportado todas las pruebas que nos ha pedido. Este juez Duarte nos ha dejado desamparados a mí y a mis hijos; le ha dado más derechos a mi exesposo ¿De qué sirven los derechos de los niños? Me pregunto”, dijo Mirta Gallardo en diálogo con El Sureño, medio al cual recurrió explicando que “capaz si hago público mi caso surge una resolución más rápida”.
Mirta Gallardo se separó de su expareja “porque no quería seguir manteniendo a un vago en mi casa, a alguien que no le gusta trabajar y que vivía de mi sueldo. Se la pasaba en casa jugando en la computadora y a los juegos de la play, pero ni siquiera eso se ha podido resolver”.
El viernes de la semana pasada, la indignación de Mirta fue más allá, cuando pudo interceptar al Juez en los pasillos y no la quiso atender. “Me describieron como era, porque en las audiencias él nunca estuvo presente y cuando lo encaro se me burló en la cara”, dijo. Además, ese mismo día fue a la Fiscalía a querer radicar una denuncia penal, pero un auxiliar de Justicia la atendió con evasivas, para evitar que pudiera llegar a tomar contacto con algún funcionario.
Mirta Gallardo acotó además, que existe un expediente de prohibición de acercamiento contra su expareja y a pesar de ello, en varias ocasiones este hombre apareció en su trabajo, en estado de ebriedad, queriendo golpearla.