El hecho sucedió cerca de las 22:00 del jueves pasado. El joven es un paciente psiquiátrico y fuera de sí ingresó a la clínica con un hacha provocando destrozos en computadoras, mobiliarios y ventanales. El país se enteró de lo ocurrido por un video que el viernes difundieron los medios nacionales.
USHUAIA.- Computadoras, mobiliarios y cristales fueron destrozados por un joven de 23 años que ingresó el jueves, en horas de la noche, a la clínica privada San Jorge, en un hecho que ganó trascendencia nacional debido a que algunas personas lograron captar con sus celulares unas imágenes del ataque que fueron difundidas en varios canales de noticias de cable y públicos.
Aparentemente el joven es un paciente psiquiátrico y habría tenido un brote psicótico. A la clínica ingresó con una bolsa donde tenía una hacha, con la cual comenzó a destrozar vidrios, las computadoras del sector de atención de la guardia y mobiliarios en algunos pasillos que conducían al sector de consultorios.
El joven pudo ser detenido por la Policía cuando parecía tener intenciones de ingresar a otros sectores de la clínica, donde existen equipos de alta complejidad y, además, en el sector internación, donde hubo momentos de pánico del personal de enfermería y del personal administrativo, como así también de una diez personas que esperaban ser atendidas.
Según testigos, el joven mientras rompía todo manifestaba algunas incoherencias al hablar, como que en la clínica había una organización dedicada a robar órganos y que a él le habían robado el corazón.
Cabe señalar que cuando destrozó los vidrios de la clínica, el joven sufrió algunos cortes en las manos y brazos, con pedazos de los cristales que estallaron.
Como consecuencia del hecho, las autoridades de la clínica resolvieron derivar a los pacientes a la guardia del Hospital Regional Ushuaia y proceder a cerrar preventivamente el sector de guardia, lo cual se prolongó durante casi toda la jornada del viernes.
El doctor Carlos Sánchez Posleman, titular de la clínica San Jorge, confirmó que el joven había sido un paciente de ese lugar, pero que la última vez que recibió atención fue en el 2012.
En declaraciones al programa radical Capicúa TDF, que se emite por FM del Sur, el doctor Posleman detalló que “el ataque empezó afuera y cuando entró, preguntaba por mi nombre. Yo no lo conozco. Es un joven de 23 años, y la última vez que se atendió acá fue en el 2012” y aclaró que no es cierta la versión que circula en redes sociales sobre la venganza del joven por la muerte por mala praxis cometida en el sanatorio: “No tenemos registro y estamos revisando las historias clínicas de él y no hay ningún familiar”.