“Hay que adaptarse a la realidad”

Emanuel Mansilla, el entrenador del Seleccionado de Tierra del Fuego y del equipo riograndense de Natación analizó la actualidad de los nadadores fueguinos en esta cuarentena, alejados del agua, sin poder entrenar y perdiendo la posibilidad de desarrollarse durante la temporada.

USHUAIA.- Hay deportes que sufren más que otros la cuarentena y la natación es uno de ellos. El tiempo alejado del agua complica al atleta que no tiene un reemplazo viable para el entrenamiento, como bien expuso la nadadora olímpica argentina Delfina Pignatiello días atrás y los atletas fueguinos no son la excepción a la regla.
Emanuel Mansilla, a cargo del Seleccionado de Tierra del Fuego junto a Cristian Quintana, estuvo en comunicación con el programa radial Minuto Final contando la manera en que transitan los nadadores fueguinos esta cuarentena, alejados del agua.
“Lo que le pasa a Delfina Pignatiello y llevándolo al plano local, le pasa también a Francisco Picatto por ejemplo; es que en la natación cuesta mucho construir un deportista de alto rendimiento”, explica Emanuel Mansilla, quien añade que “para el nadador perder un día de entrenamiento es cómo perder una semana, una semana es cómo perder un mes y la vez que no entrenan un mes, es cómo perder un año completo”.
En este sentido es muy importante el acompañamiento de los entrenadores para mantener enfocado al futuro talento: “Tenemos que llevarle tranquilidad y concientizarlos de que es mejor prevenir que curar en este tipo de situaciones. Esto es nuevo para todos y la realidad es que hoy por hoy hay que adaptarse y no perder tiempo pensando en negativo. En algún momento vamos a volver a los entrenamientos y no vamos a estar igual de preparados, pero tenemos que tratar de estar lo más cerca posible cómo para que todo este tiempo no se sienta tanto”.
Es que cómo el mismo explica, los chicos “manejan mucha ansiedad, porque nadar muchos metros, mucho tiempo con la cabeza abajo del agua requiere de una personalidad bastante particular. Ellos, su hábitat, su mundo, no lo tienen. Por más que agarres una mancuerna, no es lo mismo que pegar una brazada o realizar la fase del empuje con un trabajo de martillo de tríceps. No es lo mismo. Se acerca, pero está lejos de la realidad”.
“Los chicos estaban teniendo unos resultados increíbles. El deporte acuático es totalmente distinto y ellos saben que sin entrenar pierden 2 metros porque acá el que gana es porque nada más metros. Así que es importante transmitirles tranquilidad y que entiendan que hay que tener paciencia. Uno por ahí está interactuando en plataformas digitales, capacitándose con colegas, informándose, por lo que la ansiedad queda un poco de lado, pero para ellos, que son chicos, primero que nada, la verdad es que es la ansiedad lo que los mata”, agregó.
“Los formadores de deportistas estamos tratando de informarlos lo mayor posible. Ellos tienen que saber todo lo que está pasando, para que no sientan que son los únicos en esta situación. A todos nos está costando porque es algo nuevo, que no conocemos, pero bueno hay que adaptarse lo mejor posible. Estamos aprendiendo todos de nuevo y está bueno para aprovechar y sembrar algunas bases a futuro”, ponderó.
Sin embargo, la vuelta a la actividad es todavía una incertidumbre. La pileta de entrenamiento en la que practican todos los chicos de Río Grande es municipal y los recintos públicos todavía no tienen fecha de reapertura. Ante esta situación, Ema explica: “La verdad que no tenemos fecha para la vuelta, es una incertidumbre. Pero yo prefiero mil veces tener esa incertidumbre a que por ahí volvamos a entrenar y ocurra algo que no queramos. El protocolo que fueron trabajando los directivos del Natatorio Municipal fue presentado y ahora hay que esperar a ver si a ver si los aprueban. Pero no hay una fecha certera”.
“Yo les expliqué a los chicos y algunos por ahí no me entendían, pero es mejor prevenir. Yo soy guardavidas de Cruz Roja y estamos siempre en pleno contacto. La verdad las cosas que se ven son, no para alertarse a un extremo, pero sí para tener precauciones. No podemos decir que no pasa nada. Tanto esfuerzo hecho, debemos cuidarnos”, cerró.
Con las ganas de nadar, con el fervor de crecer y con la ansiedad de no saber cuándo será el regreso; los nadadores fueguinos deberán seguir esperando, al menos un poco más, para poder volver a su hábitat natural.