En los próximos días, Tierra del Fuego, será una de las cinco provincias en el país que podrá analizar sus propias muestras para detectar el coronavirus. La ministra de Salud, Dra. Judith Di Giglio, aseguró que la provincia está preparada para la situación, siempre que se cumplan todas las indicaciones para evitar la propagación del virus.
USHUAIA.- Tal como se había anunciado, Tierra del Fuego contará prontamente con los reactivos para testear los posibles casos de coronavirus. La capacitación que iba a realizar un bioquímico del HRU en Buenos Aires, será para varios integrantes del equipo del Ministerio de Salud de la provincia, y se dictará on-line. Está a cargo de especialistas del Instituto Malbrán, donde hasta ahora, se remiten todas las muestras de casos sospechosos de coronavirus, para su análisis.
Luego de la capacitación, desde la misma institución, se enviarán los reactivos para poder analizar las muestras en la provincia: “Nosotros tenemos el equipamiento, lo que necesitamos son los reactivos. Los kits para realizar el análisis, que es una técnica de PCR viral”, indicó la Dra. Judith Di Giglio.
Son sólo cinco las locaciones que contarán con esta posibilidad en todo el país: CABA, Gran Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Tierra del Fuego. Además Di Giglio resaltó que la disposición de camas y respiradores es acorde a la necesaria para los habitantes de la provincia, aunque advirtió a la comunidad que la circunstancia actual es fuera de lo normal: “Al día de hoy, son 16 casos los que están en estudio dentro de la provincia. La realidad es que los hospitales están preparados, y tenemos el número suficiente de respiradores para la provincia. El tema es que, ante esta situación, no son suficientes los respiradores en ningún país, en ninguna ciudad. Hay que destacar que no es que la provincia no cuente con el número de respiradores o camas, necesarios. El tema es que este virus, provoca el colapso del sistema sanitario de cualquier lugar. Esto no quiere decir que no puede haber un colapso sanitario”, reconoció.
Y agregó: “Nosotros en Tierra del Fuego no contamos con una población mayor de 65 años muy numerosa; además somos una isla, eso trae algunos beneficios, y algunas desventajas. Los vuelos tienen que seguir viniendo, porque sino quedamos completamente aislados, no pueden venir profesionales, tenemos profesionales itinerantes que sin conexión aérea no llegan. No podríamos enviar las muestras. Pero también por la condición insular es mucho más simple realizar un bloqueo, incluso si fuera necesario realizar un bloqueo dentro del propio país”, detalló Di Giglio.
Si bien, quizás, hay otros virus o enfermedades que tienen una tasa mortalidad mucho más alta como puede ser la neumonía; y que mueren muchas más personas por año. Esos siguen siendo casos que se pueden controlar, y son esporádicos. El problema con el coronavirus es que, nosotros tenemos 200 mil habitantes; supongamos que en una semana tenemos sólo el 10% de la población enferma, son 20 mil personas; se sabe que el 80% de las personas infectadas son sintomáticas y que el 20% necesita internación. Estamos hablando de 2 mil personas internadas, sólo en la provincia de Tierra del Fuego. El peligro es, la alta transmisibilidad que tiene este virus, que insisto, hace que colapse cualquier sistema sanitario”.
“Además, la gente sigue teniendo accidentes, o abdomen agudo, infartos, todo sigue, más allá del coronavirus”, agregó la ministra.
En cuanto a la cuarentena que seguramente se decrete a nivel nacional, Di Giglio sostuvo que los fueguinos ya están adoptando medidas de aislamiento extremo, por lo que no debería generar más cambios que los actuales en la vida cotidiana: “Si puede haber cambios en lo que hace ala extensión de la medida. Porque es posible que desde Nación, se decida tomar estas medidas por más tiempo que hasta fines de marzo”.
Finalmente Di Giglio destacó que están realizando todas las personas que trabajan tanto en el ministerio de salud, en el Comité de Emergencia, en los hospitales y centros de salud de la provincia; y enfatizó la necesidad de cumplir rigurosamente con el aislamiento, para evitar la propagación del virus.