Así lo afirmó el abogado César Casco quien representa a la familia del camarógrafo Ángel Mansilla en la denuncia que fue formulada por presunta mala praxis, la cual apunta contra tres médicos del Hospital Regional Río Grande.
RIO GRANDE.- El abogado de la familia del camarógrafo Ángel Mansilla, Dr. César Casco, dialogó con la emisora Aire Libre FM donde aseguró que para ellos no existen dudas que hubo una “deficiente” atención de los médicos del Hospital Regional Río Grande que derivó en una grave complicación en la salud del joven, quien terminó con su lamentable fallecimiento.
La familia de Mansilla denunció al Hospital por presunta mala praxis por la atención que recibió el paciente los días 1 y 2 de marzo cuando acudió por fuertes dolores en el sector abdominal. En ambas oportunidades solamente lo medicaron y lo enviaron a su domicilio. Pero al no ver una mejoría en su salud, los hermanos decidieron llevarlo al CEMEP donde constataron que su situación era muy grave y lo debieron operar de urgencia, pero no pudieron evitar el deceso del joven.
En la entrevista radial el abogado César Casco dijo que no existen dudas que en la muerte de Ángel Mansilla, desde el Hospital Regional “hay una responsabilidad cierta, que es grave, sobre todo del segundo médico que lo atiende quien no hace una constatación de su estado clínico y eso es, en definitiva, lo que lo termina perjudicando”.
Casco recordó que el primero de marzo Ángel acudió a la guardia, donde fue evaluado y se le diagnosticó una gastroenteritis. Allí lo atendieron por unas horas y después lo enviaron a su casa, indicándole que debía regresar al otro día para ser atendido por especialistas, para lo cual le dieron turno.
Al día posterior Ángel fue al hospital acompañado de su madre, pero se encontró con el inconveniente que los especialistas que lo tenían que atender no estaban. Como su estado de salud no era bueno, decidió acudir a la guardia para que lo atienda algún médico. Allí estuvo desde las 9:30 y recién cerca de las 13:00 lo atendió un médico que le hizo algunas preguntas, lo medicó y lo envió otra vez a su casa, ordenándole reposo.
Como el estado de salud de Ángel empeoró mientras transcurrían los días en su casa sus hermanos resolvieron llevarlo a la clínica privada Cemep, donde se le hicieron estudios y un cirujano comunicó a la familia que se debía practicar una operación de urgencia. El 8 de marzo falleció luego de dos intervenciones quirúrgicas.