Nacida en Como, Italia, el 26 de marzo de 1939. A los 22 años sintió el llamado a prestar servicio al prójimo, ingresando en la congregación Virgen Niña.
RIO GRANDE (Por Ana María Fabro).- Su vocación la llevó a perfeccionarse en el área de la salud, para después misionar en la Patagonia argentina. Luego de un largo viaje de 17 días en barco, arriba a nuestro país en la víspera de navidad. Previo paso por el prestigioso Policlínico de Milán, en Italia, y en el hospital Italiano en la ciudad de Buenos Aires, cumpliendo tareas como enfermera; llega a la ciudad de Río Grande donde se desarrolla como destacada jefa de enfermeras en el Hospital Regional de Río Grande.
Con un camino marcado por la asistencia y el servicio a la comunidad, en una labor conjunta con las demás hermanas de la misma congregación, velando siempre por la dignidad y el bienestar de las personas.
Como enfermera salió al campo a asistir enfermos y vacunar a los peones de las estancias.
La hermana Carla, la mano de Dios en nuestras tierras
Trabajó como instrumentista de cirugías en el hospital de Río Grande.
Misionó y trabajó en Santa Fe, en el hospital Iturraspe y también en la parroquia del barrio Francisco Solano.
En Río Grande, brindó sus servicios en la guardería infantil. Los fines de semana visitó los sectores pastorales en los que no había capillas.
Inició la infancia misionera de Río Grande.
En el centro de Promoción brindó clases de dactilografía y luego de computación.
Atendió Cáritas de la Parroquia Don Bosco y brindó catequesis en la escuela Don Bosco y en el barrio Austral y en la familia de sacerdotes Salesianos.
Atendió Chacra 2, 4 y Mutual.
Profesora del Centro de Catequesis.
Pastoral carcelario de mujeres y hombres.
En Tolhuin, los fines de semana, misionó en Aserradero Kamy, con mucha gente que la acompañó.
Actualmente desempeña sus tareas en la capilla Sagrada Familia de la ciudad de Tolhuin, junto a la hermana Claudia.
La hermana Carla, la mano de Dios en nuestras tierras.