Ocurrió ayer a la madrugada en pleno centro de la ciudad donde ardió un antiguo edificio en estado de abandono, que era ocupado por numerosas personas. Aparentemente una sobrecarga eléctrica fue el detonante, pero la pericia no es concluyente. Además se comprobó que hubo una pelea y discusión en el lugar, pero es concluyente que la víctima falleció en un punto distante al foco del incendio, por inhalación de calor y humo.
RIO GRANDE.- El siniestro comenzó a las 5:00 sorprendiendo en el interior del inmueble de Piedra Buena 882 a numerosas personas que habitaban allí, en una especie de pensión clandestina.
En este edificio funcionaron un bar, un local nocturno y hasta una casa de comidas, entrando en abandono hace ya varios años, convirtiéndose en esta especie de pensión de la que los vecinos aseguraban que salieron numerosas personas.
Cinco mayores y un menor de 7 años terminaron hospitalizados por intoxicación con monóxido de carbono, los que quedaron fuera de peligro; mientras los bomberos trabajaban en el lugar a sabiendas ya que una persona había quedado adentro.
Las tareas de extinción llevaron casi dos horas hasta que finalmente se pudo dar con el cuerpo sin vida de Leonardo Javier Mazhanke de 30 años.
Dudas pero ningún indicio de pelea
El cuerpo fue hallado en la habitación que este hombre ocupaba, generándose algunas dudas en la investigación a partir de que algunos testigos dieron cuenta de una pelea y discusión esa misma noche.
Aparentemente la víctima fatal tuvo una pelea con su pareja, quien se retiró del lugar, pero no se encontraron signos de violencia sobre el cuerpo de la víctima, quien murió en el otro extremo del inicio del fuego dentro del edificio.
Incluso el cuerpo de la víctima fue hallado en su habitación y la puerta se presentaba cerrada, determinando la autopsia que murió asfixiado, quedando atrapado en ese infierno.
Se presume accidental
En cuanto a la pericia de la División Bomberos de la Policía no se definió en forma detallada el lugar de origen del ígneo, que fue la planta superior del inmueble que quedó totalmente destruida.
Hay indicios respecto de que el lugar carecía de medidor de gas, y evidenciaba la presencia de numerosos artefactos eléctricos, muchos de ellos para calefacción, lo que es pasible de generar una sobrecarga eléctrica en el lugar.
De igual manera el panorama de devastación no permitió que el perito bomberil, comisario Darío Detzel, fuera concluyente en ese sentido, aunque sin encontrar indicio alguno respecto de una eventual intencionalidad en el hecho.