Hoy nos saluda con una sonrisa de seis décadas María Inés Caucamán, desde el volante de su taxi en el que lleva trabajados la mayor parte de su vida. Y hay en su memoria un camino transitado desde sus días de niña, en este Río Grande que encierra y libera a la vez a todos los que lo amamos.
Hoy nos saluda con una sonrisa de seis décadas María Inés Caucamán, desde el volante de su taxi en el que lleva trabajados la mayor parte de su vida. Y hay en su memoria un camino transitado desde sus días de niña, en este Río Grande que encierra y libera a la vez a todos los que lo amamos.