Hoy se conmemoran 211 años de la Revolución de Mayo

La Revolución de Mayo fue parte de un largo proceso que se inició en todo el continente americano, en las colonias que querían liberarse de la opresión imperial. Hoy se cumplen 211 años de esa gesta patria.

RIO GRANDE.- El 25 de mayo de 1810, cuando el Cabildo de Buenos Aires formalizó su autonomía en un complejo marco internacional en el que la ocupación de casi toda España por las tropas del gobierno francés de Napoleón Bonaparte resultaba vital, se puso en marcha el proceso de independencia de las colonias que ese país poseía en América constituyendo la única nación que desde entonces no pudo ser nuevamente sojuzgada por los colonizadores.

En el caso de la Primera Junta surgida del Cabildo Abierto del 25 de mayo también en el proceso independentista argentino jugaron un rol decisivo no sólo los criollos como el alto peruano Cornelio Saavedra, los bonaerenses Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Juan José Paso y Juan José Castelli, sino un vasco descendiente como Miguel de Azcuénaga y los catalanes Domingo Matheu y Juan Larrea, tres hombres contrarios a la dominación castellana sobre Cataluña y el País Vasco, como más tarde lo fuera también Blas Parera, autor de la música del Himno Nacional, nacido en Murcia pero de formación catalana.

Ya un año antes, en 1809, otro vasco, Martín de Álzaga, ejecutado en 1812 por una denuncia de conspiración no probada de Bernardino Rivadavia, héroe en las Invasiones Inglesas y un financista del proceso revolucionario, se había pronunciado en favor de la Independencia en circunstancias en que el clérigo cordobés Miguel Calixto Del Corro, luego rector de la Universidad de Córdoba, había lanzado un manifiesto en igual sentido en el que señaló que «Es ya un dogma político que la autoridad de los Reyes emana originariamente de la voluntad de los pueblos».

También tuvo particular importancia el rol de la Iglesia Católica representada de hecho en la Primera Junta por el sacerdote Manuel Alberti, vocal de la misma, con el agregado de que en el Congreso de Tucumán que declarase la Independencia el 9 de julio de 1816 de los 33 diputados enviados por las diferentes provincias nada menos que 15 eran clérigos a los que posteriormente se sumaron otros seis.

En ello fue importante el contexto internacional no sólo por la expansión del imperio napoleónico y su ocupación de España sino por la declinación que ya sufría ese país desde muchos años atrás llevado a una grave crisis económica que había arrastrado a sus colonias, tema al que no había sido ajena la Invasión Inglesa a Buenos Aires en 1806 de resultas de la cual, si bien  fue derrotada, los agresores lograron llevarse 1,2 millones de libras de plata de las cuales un millón fueron a la corona de Inglaterra.

La situación económica del Virreinato del Río de la Plata era muy delicada el 25 de mayo de 1810 de manera que una de las primeras medidas adaptadas fue establecer la libertad de comercio para mejorar las cuentas fiscales vía la recaudación aduanera aunque de hecho ésta ya había sido admitida en 1809 por el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, lo que fuera avalado por Mariano Moreno en la «Representación de los Hacendados».

Romper la dependencia monopólica con España era un reclamo de alguna data por parte de los productores de cueros que pretendían venderlos a los industriales británicos.

Belgrano, desde su cargo en el Consulado había sido clave en impulsar el desarrollo del Virreinato con una serie de medidas que, en algunos casos, como el de la creación de una flota mercante propia, recién pudo concretarse mucho tiempo después.

También Feliciano Chiclana, que en un principio sostuvo al monarca apresado Fernando VII, se había inspirado en Jovellanos y en el gran economista vasco Valentín Tadeo de Foronda, clave en el desarrollo de los Estados Unidos de América. Asimismo impulsó que se concursaran los cargos públicos entre americanos previa convalidación de su honestidad en circunstancias en que la mayor parte de los funcionarios eran españoles.

Fue importante, en las apetencias de los comerciantes criollos, la relación que se había tejido con sus pares británicos cuando éstos pasaron a manejar desde 1713 el comercio de esclavos en las colonias españolas.

En el continente ya se habían producido otros procesos independentistas a partir del Siglo XVII como la República de los Palmares, de población de origen africano, que ocupó durante una centuria el ahora estado brasileño de Alagoas; la actual República de Haití cuyo apoyo fuera importante para la gesta del libertador Simón Bolívar, descendiente de vascos; y la trascendente creación en 1776 de los Estados Unidos bajo la conducción de George Washington.

La independencia estadounidense como la posterior Revolución Francesa habían calado hondo en varios de los impulsores del 25 de mayo que lograron hacer que desde entonces los territorios de la Argentina y del Paraguay fueran los únicos en Hispanoamérica que nunca más, a lo largo de los 211 años transcurridos, fueran recolonizados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *