SANTIAGO (AFP).– Con la ventaja de un 4-2 en la ida, pero golpeado por bajas, Independiente enfrentará hoy en la altura de Calama, en el norte chileno, a un Deportes Iquique que llega de capa caída para definir el pasaje a octavos de Copa Sudamericana.
El estadio “Zorros del Desierto” de Calama, a unos 1.500 kilómetros al norte Santiago, será el escenario de esta batalla que tiene al Diablo como favorito a avanzar en un torneo en el que gritó campeón en 2010.
El encuentro se disputará a partir de las 21:45 (hora argentina) y contará con el arbitraje del brasileño Rapahel Claus y la asistencia de sus compatriotas Bruno Pires y Dewson Silva.
En la ida, los argentinos aplastaron a los chilenos durante varios pasajes del partido, pero Iquique se resistió, evitó una goleada y se trajo en la bolsa dos goles de visitante que lo invitan a soñar.
La altura de Calama, unos 2.600 metros, y algunas bajas por lesión abren interrogantes sobre la visita.
Los dirigidos por Ariel Holan tendrán la baja del delantero Martín Benítez, por esguince de rodilla derecha, ausencia a la que se podría sumar el capitán del equipo Nicolás Tagliafico, que se recupera de un esguince de tobillo.
Otra de las bajas por lesión es la de Juan Sánchez Miño, que se recupera de un desgarro.
Apuntar al 2-0
Los Dragones Celestes de Iquique llegan al duelo enfocados en mantener en cero su arco, primera tarea del equipo de Jaime Vera que deberá reinventarse para ofender a un rival que en su patio le mostró los dientes.
Un traspié en el arranque en el Torneo Transición de Chile con una derrota por la mínima ante Everton se sumó a la mala racha de los chilenos que ya se despidieron de la Copa Libertadores.
Iquique junto a Palestino son los dos equipos chilenos que siguen en carrera.