Independiente complicó sus chances de volver a la Copa

BUENOS AIRES (NA).– Independiente y Olimpo debieron conformarse con igualar 1 a 1, al cabo de un entretenido encuentro disputado ayer en el estadio “Libertadores de América”, en el marco de la vigésima octava jornada del torneo de Primera División.

Lucas Albertengo inauguró el marcador, a los 35 minutos del primer tiempo para el dueño de casa, en tanto que el uruguayo Carlos Rodríguez niveló para el conjunto bahiense, a los 5 del complemento.

El elenco de Sciacqua quedó a un solo punto de Arsenal de Sarandí en la tabla de promedios aunque aún no logró salir de la zona de descenso, mientras que el Diablo sigue fuera de la zona de clasificación a la Libertadores por tener menos goles a favor que Newell´s Old Boys.

Olimpo sorprendió al dueño de casa con un planteo sumamente audaz. Ausente Diego Rodríguez por hallarse suspendido, el Rojo careció del quite que usualmente le aporta el volante oriental ante una visita que ejerció una constante presión.

En medio de un desarrollo disputado, el equipo bahiense comenzó a sentir el rigor de su esforzada y poco sostenible estrategia a partir de los veinticinco minutos para darle paso a un dominio local que comenzó a hacerse ostensible a medida que transcurría el cronómetro, viéndose coronada dicha superioridad en el remate algo pifiado de Albertengo, quien capturó un exacto pase al área de Nery Domínguez para vulnerar al ovacionado Gabbarini.

El trámite siguió siendo muy ríspido y con varias entradas peligrosas desde los dos bandos que muchas veces no resultaron sancionadas como correspondía por el prepotente árbitro Espinoza, quien a muchos de sus fallos le agregó una innecesaria vena histriónica.

El inicio del complemento permitió advertir una recomposición futbolística visitante, que viéndose acorralado por los guarismos que le jugaban en contra en su objetivo por no descender le adosó a su estrategia un loable espíritu combativo que lo hizo merecedor de la igualdad que consiguió el defensor uruguayo Rodríguez, quien con un cabezazo desde corta distancia y tras un centro de Pantaleone desde la izquierda vulneró la resistencia de Campaña.

Tras dicha conquista el cotejo adquirió un ritmo mucho más vertiginoso con un Rey de Copas que, liderado por el enjundioso Bustos, se mostró desesperado por desnivelar para volver a colocarse en el cuarto puesto de la tabla que lo depositara en la Copa Libertadores pero dejando innumerables espacios para un Olimpo predispuesto a replicar a través de deletéreos contragolpes que hasta pudieron otorgarle una inesperada victoria.

El final del cotejo encontró más satisfecho al elenco de Sciacqua ya que la unidad conseguida puede llegar a ser determinante en su lucha por mantener la categoría.

El Aurinegro sacó pecho en Avellaneda.