El referente del Equipo Tres Cuartos de nuestra ciudad, Miguel Isla Casares, avizoraba una difícil proeza para llegar a Alaska y poder competir en las carreras más duras de los trineos tirados por perros.
USHUAIA.- El referente del Equipo Tres Cuartos de nuestra ciudad, Miguel Isla Casares, avizoraba una difícil proeza para llegar a Alaska y poder competir en las carreras más duras de los trineos tirados por perros. Pero un llamado cambió todo y ahora prepara la valija para ser el cuidador del ídolo de todos los mushers del planeta, Lance Mackey.
“Conocí esta actividad en el invierno del 2005, sin saber que se iba a transformar en el centro de mi vida. Temporada tras temporada me vi metido en el mismo ambiente con perros, naturaleza y mucha diversión.
Las puertas de un nuevo mundo estaban abiertas”; con esas palabras Isla Casares resumía su experiencia luego de reavivar la llama de los trineos tirados por perros en Ushuaia con el Encuentro Musher en 2016.
El Mushing en Sudamérica experimentó un gran crecimiento a finales de los 90, pero a principios de la década de 2000, el deporte casi se extinguió en la Patagonia. El nacido en Buenos Aires, de 30 años en ese momento, regresó después de pasar dos temporadas en la perrera de Sigrid Ekran en Noruega. Formó el Equipo Tres Cuartos y se estableció como el referente del mushing en la provincia.
“El Encuentro Musher es todavía una carrera pequeña comparada con las del hemisferio norte. Tenemos podios y trofeos, pero la idea principal es inspirar al musher local para que ayude a construir el deporte y mostrarle a la comunidad de Ushuaia otro lado de la actividad. No solo la parte turística”, relata.
Un llamado que renueva la esperanza
A comienzos de 2019 viajó hacia Alaska, la meca de los trineos tirados por perros en el continente, para ser cuidador y luego handler de Emilie Entrikin, finalizando segundo en la famosa Pedigree Stage Stop Race donde conoció a Lance Mackey.
Mackey es una especie de Diego Armando Maradona de la cultura de los trineos tirados por perros y, en las últimas semanas, sufrió la pérdida de su compañera de toda la vida: su esposa.
“Estaba tomando un café en casa una tarde, escuché a los perros ladrar y cuando me asomo estaba en la puerta Lance Mackey -uno de los más destacados mushers estadounidenses- con 16 perros preguntando si tenía un café ya que venía de correr 80 km con sus perros y se preparaba para 50 km más”, recuerda de cómo lo conoció al crack.
Y acotó: “Con Lance compartimos una cena, apareció alguna que otra vez cuando estábamos entrenando, pero muy por arriba. Quedó la relación con un amigo en común y preguntó por mí. Es soñado que me pase esto. Nunca me lo imaginé”.
Isla Casares seguirá haciendo historia en el Mushing
La idea de Isla Casares era volar a Alaska con sus perros y hacer todo lo posible para competir, pero por la pandemia del COVID no se puede volar.
Si bien mucho no se pudo charlar al respecto de la función específica del argentino en suelo estadounidense, la planificación contaría con disputar dos carreras de las más importantes: hablamos de la Kuskokwim 300 de 750 kilómetros y la Kobuk 440 de 800 km.
“Yo no lo puedo creer. Esto para mí es un sueño, que te den esta chance. No puedo pedir más en el deporte. Para mí es mejor que ganar en lo que sea, soy un agradecido de la vida”, fideliza en cuanto a sus sentimientos.
Noticias que alegran el presente. Futuro que se vislumbra positivo. Isla Casares seguirá haciendo historia en el Mushing.