Villa Lunor es un complejo de cabañas que propondrá sanación holística y relax a sus visitantes, y será habilitado en muy poco tiempo por el Ente Tucumán Turismo, en Tafí del Valle.
TUCUMAN.- Es apenas llegar a la ciudad de Tafí del Valle, a la altura del kilómetro 60 de la ruta 307, que el paisaje te sorprende con siete coloridas cabañas inmersas en la alfombra calchaquí.
Los tonos elegidos para cada una de ellas no son para nada azarosos, sino que representan los siete chakras (o centros de energía) definidos por la filosofía hindú, a través de los cuales fluye la fuerza de la vida. La roja es la raíz, la naranja alude al sacro, la amarilla al plexo solar, la verde encarna el corazón, la azul a la garganta, la índigo al tercer ojo y, por último, la violeta simboliza la pineal, la conexión cósmica.
Lucía Norma Ross, propietaria del emprendimiento hotelero Villa Lunor, posee un aura y una energía muy especiales. “Mi idea aquí es poder alinear las energías de la gente, que venga y se distienda. Quiero que el turista se sienta en casa, tranquilo, feliz, en paz”, precisa. “La impronta de las cabañas es de sanación energética, holística o pránica. Es el sitio ideal para que te saques el estrés. En la época que estamos viviendo, el potencial que posee este turismo es muy fuerte, es lo que necesitamos, hacer una pausa, reflexionar”, describe con la parsimonia de quienes habitan los valles.
La elección de Tafí para emplazar este proyecto también tiene su porqué. “En las montañas hay otras energías. No está el caos de las ciudades, no existe el estrés, no hay polución ni huellas de carbono. Incluso los cielos son distintos. Además, buscábamos rescatar toda la cultura originaria, sus ceremonias, mitos y costumbres para hacer partícipes de ellas a los turistas locales y extranjeros”, añade la mujer con una jovialidad sublime.
Hasta el momento las cabañas son siete, un número cabalístico sagrado que simboliza los siete chakras humanos. No obstante, Lucía anticipa que a futuro serán un total de 25 espacios, diez para familias grandes con planta alta y un balcón con vista a los valles y otros ocho monoambientes para dos personas, con una simpática forma de honguito, según señala la emprendedora.
“Las estructuras son circulares para que no quede ninguna energía atascada y que todo fluya, muy relacionado al feng shui. Uno se da cuenta de que todo influye. Por dónde entra el sol, las aristas, la posición de los muebles, soy muy cabalística”, afirma. “Por otro lado, las casas están construidas con adobe, el barro del lugar, y hay arcilla calcárea y ceniza volcánica, lo que permite una calidez especial en el invierno y que sea más fresca en el verano. Buscábamos hacerlo como construían nuestros pueblos originarios”, manifiesta, y enfatiza que las cabañas son totalmente seguras y poseen cimientos antisísmicos.
Cada una de las cabañas está completamente equipada para cuatro personas con dos televisores con conexión satelital, uno en el comedor y otro en el dormitorio, camas king size y losa radiante que permite tener una temperatura graduable. “Tiene todo lo que busca el turismo internacional en cuanto al confort. Cuenta con refrigerador, microondas, vajilla, utensilios de cocina, de limpieza, todo lo necesario para pasarla bien”, considera.
Son muchas las ideas a futuro que atraviesan la mente de Lunor, como se hace llamar Lucía y que da nombre al emprendimiento turístico. “La idea es sumar una piscina climatizada, un gimnasio, un spa para masajes donde también puedan dictarse sanaciones de reiki y locales artesanales con talleres para turistas que quieran aprender a realizar su propia vasija de arcilla o su almohadón de telar. Además, tendremos una huerta orgánica donde el turista podrá cosechar y cocinar, un asador comunitario, un fogón para organizar tertulias, un salón de usos múltiples y un desayunador”, cuenta entusiasmada.
Además de innovar en un segmento turístico ligado a la práctica del reiki y al feng shui, Villa Lunor es un proyecto pionero en el uso de energía sustentable. “Es el primer emprendimiento con placas solares. Somos prosumidores, ya que generamos y consumimos la energía, devolviendo la que nos sobra. Con esto busco que todos se animen y nos copien porque de ese modo tendremos cero huella de carbono. Con esto queremos servir a la humanidad y solucionar las problemáticas medioambientales”, reflexiona Lucía.
Ubicada sobre la ruta frente a la nueva estación de servicio Refinor, Villa Lunor está a solo diez minutos del centro de Tafí. “Estamos lejos del ruido pero cerca cuando quieras estar en el ruido”, sonríe.
Lucía se despide entusiasmada y esperanzada de que su proyecto florezca. “Quiero ver cumplido mi sueño y lo quiero ver completo. Nací para servir y este es mi servicio. Quisiera que se lleguen y se sientan a gusto”, invita emocionada la emprendedora.
En estos momentos, el proyecto está siendo evaluado por personal del Ente Tucumán Turismo, organismo que preside Sebastian Giobellina, con el objetivo de otorgar la correspondiente habilitación como prestador turístico y que pueda incluirse al complejo en su página oficial. Fuente: Ente Tucumán Turismo.