El piloto de la ciudad de Ushuaia, Javier Soto, hizo historia en el evento motociclístico de mayor trascendencia en nuestra provincia, la carrera de Enduro Vuelta a la Tierra del Fuego y eso ocurrió en el año 1992 (Edición IX) cuando, por primera vez, se incluyó reglamentariamente la participación de cuatriciclos en la misma. Fue una largada inolvidable frente al playón de la Municipalidad de nuestra ciudad, precisamente en la playa cuando salieron rumbo a Ushuaia nuestros gladiadores motociclísticos. En la general de motos el triunfo fue para Horacio Zentner en un año de muchos precedentes en la competencia.
RIO GRANDE.- En épocas de cuarentena donde el tiempo es interminable y las opciones muy acotadas para todos, vamos a brindarles a nuestros lectores fierreros un poco de historia de la Vuelta a la Tierra del Fuego, ya que hay cierta información que se extravió en su momento; mientras que, por otro lado, siempre es loable destacar a los pioneros del evento maravilloso que tenemos y hace bastante tiempo ha trascendido las fronteras en el mundo del deporte motor.
Si bien muchos del ambiente motociclístico conocemos a los históricos de la Vuelta que iniciaron en 1984 una aventura que, con el tiempo se convirtió en la carrera de enduro más antigua de la Argentina, hay algunas piezas del historial que no han tenido trascendencia, o que muchos no sepan sobre la misma, más aún teniendo en conocimiento que la propia institución organizadora (Moto Club Río Grande) extraviara muchos archivos en determinado momento y que inclusive no haya a la fecha un historial completo sobre ganadores de la competencia. En su momento nuestro jefe del área de Deportes de la redacción (periodista Hugo Varas) había iniciado esa labor periodística donde le quedaban ciertas dudas sobre dos ediciones solamente.
La cosa es que allá por el año 1992 hubo muchos puntos sobresalientes en la 9na edición de nuestra querida carrera que vamos a enumerar de manera sintética, aquí se registra la participación de la primera mujer que se suma a la categoría motos tratándose de Guillermina Ituarte, viene el primer periodista nacional a cubrir la competencia, don Gustavo Morea quien actualmente trabaja en ESPN, y también se da que por primera vez desembarca en la Vuelta un equipo oficial, y más o menos por ahí se daba lo de Morea, refiriéndonos al equipo Zanella. Gana la general una Kawasaki de la mano de Horacio Zentner y un “tal” Javier Soto terminaba 8vo en la general y ganaba la categoría de cuatriciclos, la cual se sumaba al historial de la carrera; además se pasaba por Haruwen y salías de noche con suerte de ese sector; el presidente del Moto Club era Nicolás Chiocca y por si las dudas también, el Gobierno de la Provincia puso el helicóptero para monitorear la competencia, que por suerte no se lo utilizó para ninguna evacuación.
Nos vamos a detener en los cuatriciclos, que generalmente desde su llegada a la competitividad han generado opiniones encontradas entre pilotos y dirigentes, ya que hay un mundo entre las motos y los cuatriciclos, y se corría de manera distinta en esas épocas, donde el formato cross country predominaba en la mayor parte del recorrido. Ahora es más enduro y se debe trabajar de manera distinta para que tanto cuatris y motos puedan sortear el diagrama del trazado.
La historia indica que Javier Soto es el primer piloto en ganar, más allá de que en el año 1991 había cuatriciclos y triciclos que protagonizaron la Vuelta, pero en 1992 reglamentariamente son categoría y la historia de la VTDF comienza a crecer. Allí el apasionado de la música y los fierros, Javier Soto, quien durante un tiempo residió en nuestra ciudad, se metía en esta película que lleva transcurridos 36 capítulos a la fecha.
Fue una largada atípica para la competencia, si bien el playón de la Municipalidad de Río Grande siempre fue un punto neurálgico de simbólicas y largadas, ese año fueron a la playa directamente y allí se puso en marcha la 9na edición del enduro. Soto estaba allí (1992) y también había estado el año anterior cuando no eran parte oficial de la carrera; tenía el número 77, casco rojo y un traje de agua amarillo a bordo de su Honda TRX 250 R en esa experiencia donde largaban mezclados con las motos.
Volviendo a la playa, Soto tenía el número 167 y aquí logró imponer un ritmo veloz y contundente, que le permitió conquistar el triunfo en la divisional de cuatriciclos donde, vale aclarar, no existían las subdivisionales, eso llegó en 1993. Fue muy veloz el “Enano” que llegó a meterse en el top ten de la clasificación general (8vo), la cual ganó otro capitalino en el segmento de motos, Horacio Zentner con una Kawasaki.
Luego de ese triunfo Javier siguió durante dos años más siendo parte de la Vuelta, en 1993 con Un Banshee y en 1994 volvió con el Honda TRX 250 R, año en que ganó su primera clasificación general en los cuatriciclos el flaco Alejandro Lavori. El común denominador que tiene el historial de la Vuelta en el segmento ATV’S en la divisional de mayor potencia, es que durante los 28 años ha tenido el dominio de pilotos ushuaienses, con tan solo tres triunfos de pilotos riograndenses en la misma, y ese dato será tarea para ustedes en esta segunda parte de la cuarentena.