El demócrata logró reunir los 270 electores necesarios para vencer a Donald Trump, que promete continuar sus reclamos ante la Justicia.
EE.UU.- Tras casi cuatro días de escrutinio y tensión en una elección que mantuvo en vilo al mundo, se confirmó que Joe Biden será el nuevo presidente de Estados Unidos.
Al obtener los votos electorales del estado de Pensilvania, al ganar una ajustada pulseada, el candidato demócrata alcanzó 273 electores y superó los 270 necesarios para llegar a la Casa Blanca. Se impuso así ante el actual mandatario, el republicano Donald Trump.
Este año, marcado por la pandemia, que no da respiro en Estados Unidos, hubo un récord de participación (se proyecta que será de un 66%), que superó a la de Barack Obama en 2008. Biden se convirtió en el candidato más votado de la historia, con más de 71 millones de sufragios.
Con las victorias clave en Michigan y Wisconsin, el demócrata había quedado a un paso de consagrarse. La atención se enfocó en las últimas horas en el recuento de votos en Nevada, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, que definirían la elección.
Muchos de los votos que demoraron en contabilizarse fueron los emitidos por correo, que debido a la pandemia fue una opción a la que recurrieron 65 millones de personas para evitar las largas colas en los centros electorales.
Sin embargo, el recuento demoró mucho más de lo esperado y generó días de expectativas y acusaciones directas, sobre todo de parte de Trump, que no paró de denunciar fraude.
Donald Trump dejó en claro desde el inicio del escrutinio que no aceptaría una derrota sin cuestionarla. Denunció reiteradas veces y sin aportar pruebas que hubo “fraude”, y puso en marcha su maquinaria legal.
Además de haber pedido un recuento de los votos en Wisconsin, estado que le perdió 10 votos electorales, sus abogados presentaron demandas en Michigan y Pensilvania para detener el escrutinio.
El jueves, en tensos momentos de recuento, escribió “¡Paren de contar!”, en su cuenta de Twitter, notoriamente molesto. Es que, según el equipo de Trump, sus observadores no tuvieron el acceso debido al lugar donde se está realizó el recuento.
Finalmente, tras accionar la vía legal, el Tribunal Supremo de Estados Unidos aceptó el viernes la demanda interpuesta por los republicanos con carácter de urgencia y ordenó a Pensilvania que separe los votos que llegaron después de la jornada electoral del 3 de noviembre, algo que ya contemplaban los protocolos del estado.
Entretanto, en las calles fue tomando fuerza un movimiento denominado “Cada voto cuenta”, impulsado por el propio Biden, destinado a presionar para que se tengan en cuenta todos los sufragios por correo, ante los intentos de Trump de impugnar los que hayan llegado después del día de las elecciones.
La agencia de noticias The Associated Press constató la presencia de observadores electorales de ambos partidos en una de las localidades cuestionadas en Michigan. Además, el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, refutó las acusaciones de fraude en declaraciones a la CNN. “Hay transparencia en este proceso y hay observadores en el conteo. El escrutinio continuará”, aseguró.