«La hipótesis de que se podría haber ahogado es una de las opciones que me parece más razonable, de acuerdo con la interpretación de las pruebas que estoy realizando», explicó el magistrado, a cargo de la causa de la desaparición de Santiago Maldonado.
BUENOS AIRES (NA).- El juez federal de Esquel Guido Otranto, a cargo de la causa por la desaparición de Santiago Maldonado, sostuvo que la hipótesis de que el joven se pudiera «haber ahogado es una de las opciones» que le parece «más razonable».
Otranto, quien días atrás fue recusado por la familia de Maldonado, quienes están disconformes con su investigación, señaló que se está «rastrillando el río» Chubut, pero aclaró que no quiere «aventurar una hipótesis como la más certera».
Según testigos mapuches, el joven artesano llegó hasta el afluente pero no se animó a cruzarlo, por lo que fue alcanzado y detenido por los efectivos de la Gendarmería que estaban desalojando la protesta de la que él participaba en la Ruta 40.
«No le encuentro consistencia a que fue capturado en ese lugar. En las declaraciones de los gendarmes tampoco estoy viendo que haya por ahora un elemento que me permita sostener que pudo haber sido herido de gravedad o algo por el estilo», precisó el juez durante una entrevista exclusiva con La Nación.
Y agregó: «Un río de Patagonia es un río complicado. No es una opción descabellada o que haya que descartar sin hacer un rastrillaje profundo de ese río».
Por otra parte, Otranto ratificó que Maldonado estuvo durante la manifestación mapuche el pasado primero de agosto, tras las versiones que proponían que pudo no haber llegado hasta Chubut, al señalar que al artesano «lo identifican tres personas» y que no tiene «elementos para dudar de que haya estado allí».
Además, el magistrado se refirió a las declaraciones que le tomó a los efectivos de seguridad que participaron de aquel operativo en la ruta 40 y explicó que «en el aspecto más trascendente no hay fisuras» entre lo que relataron.
«Es muy difícil. Declararon 20 gendarmes. Que todos se hayan puesto de acuerdo es poco probable. En algún punto las diferencias de visión y de datos surgen en una testimonial, no lo descarto. Pero no estoy encontrando nada que me esté haciendo sospechar que hay un armado previo en sus declaraciones», consideró.
Finalmente, cuestionó a los abogados querellantes al acusarlos de que «lo único que tienen son críticas a la investigación, pero aportes de testigos, ninguno».
«Lo que pasa es que tenemos muy pocos testigos. Por eso insisto en que vengan los testigos presenciales. Hay un ofrecimiento para que se acojan al programa de Verdad y Justicia, para acompañar a los testigos o víctimas de violaciones de los derechos humanos, para que puedan comparecer con determinados recaudos a las instancias judiciales», detalló.