Se trata de Andrea Yanina Villagra, acusada del sometimiento de al menos ocho mujeres para su explotación sexual. Se presume que la mujer regenteaba dos privados en la ciudad de Río Grande. Las mujeres denunciaron que eran traídas a la provincia a través de anuncios de empleo que se publicaban en medios nacionales.
RIO GRANDE.- La causa data del año 2013 y llega con esta mujer en libertad, acusada de la explotación sexual de ocho mujeres con múltiples agravantes. La causa se dilató por numerosas nulidades a lo largo de los años y recién ahora llega a juicio, siendo el primero que se realiza en Río Grande tras el convenio de la Justicia Federal con el municipio local.
Dicho convenio permite contar con el auditorio del CGP Padre Zink para la realización de los juicios del Tribunal Oral Federal con asiento en la ciudad de Ushuaia, lo que de esta manera permite llevar adelante en la zona norte los casos que son precisamente de esta jurisdicción.
Ante ello, el lunes el presidente del tribunal, el Dr. Luis Giménez, llegó para llevar adelante este proceso oral y público contra Andrea Yanina Villagra, acusada del sometimiento de al menos 8 mujeres para su explotación sexual en dos privados: en calle Beauvoir 531 y dos departamentos de Bilbao 479, donde en septiembre del 2013 se realizaron allanamientos.
Al inicio del proceso, ayer, Villagra tuvo la lectura integral de la acusación en su contra que consiste en “haber captado, trasladado, recibido y/o acogido a ocho mujeres mayores de edad con fines de explotación sexual, agravado por el aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad”.
El delito asimismo tiene otros agravantes como el de “la pluralidad de víctimas” y que una de ellas presenta retraso madurativo.
En la acusación se dio cuenta como las mujeres denunciaron que eran traídas a la provincia a través de anuncios de empleo que se publicaban en medios nacionales. El traslado era por vía aérea y después se les cobraba el recupero del pasaje, a un valor mayor al que se había pactado.
Las mujeres en sus testimonios coinciden en que les prohibían salir, trabajaban a comisión del 60% del dinero que recaudaban por su explotación sexual así como por compartir tragos con hombres, de los cuales la imputada obtenía el 40% de la ganancia, además del descuento de gastos y cobro de alquiler de una habitación.
A lo largo de la causa, las víctimas señalaron que eran encerradas con llave en algunas oportunidades e incluso tenían el impedimento de contacto con amistades.
La causa posee cuadernos incautados con anotaciones sobre este tipo de “movimientos” así como el cobro de “multas” y los descuentos efectuados a las mujeres. Incluso algunas denunciaron haber sido amenazadas por Villagra, quien es asistida por la defensoría pública.
El proceso se extenderá con testimoniales a lo largo de toda la semana e incluso se habilitará la feria judicial hasta su conclusión.