Mariel Angel Garrido Torres de 57 años está imputado por el delito de abuso sexual agravado. Está acusado de 10 a 15 ataques sexuales entre julio y noviembre de 2014. La víctima contó que el querellado la amenazaba con un arma de fuego y la llevaba a su casa, donde la maniataba y abusaba.
RIO GRANDE.- El proceso oral no público se iniciará hoy en el Tribunal de Juicio Oral del distrito judicial Norte contra Mariel Angel Garrido Torres de 57 años.
Los hechos son de 10 a 15 ultrajes que se produjeron de julio a noviembre de 2014, oportunidad en la que Garrido Torres está acusado de haber abordado a una chica de 12 años.
La víctima era una vecina suya, la cual iba al colegio caminando por los patios internos del barrio Intevu, donde este sujeto la tomó, amenazándola con un arma de fuego, para llevarla a su casa donde la maniataba y abusaba sexualmente.
La mayoría de los hechos se registraron en la vivienda de este sujeto, salvo en dos oportunidades en que subió a la menor a su rodado para trasladarla a la vivienda de un familiar en una oportunidad, y a un galpón correspondiente a su trabajo en la otra.
La víctima describió perfectamente los sitios donde los abusos habrían tenido lugar, sin que hubiera oportunidad de que la misma conociera al detalle los mismos.
El Dr. Luis Velazco actuará como querellante, representando a la familia de la menor, y el Dr. Eduardo Tepedino acusará como fiscal; mientras en la defensa actuará el defensor oficial Mariano Sardi.
ADN comprometedor
Producto de los vejámenes la menor quedó embarazada de su abusador, cuestión que detonó la denuncia cuando a finales del 2014 se hacía inocultable para la joven el crecimiento abdominal.
La madre la llevó ante un especialista médico, donde la menor finalmente dio cuenta -por primera vez- de que había sido objeto de abuso por parte de su vecino, también dijo que se mantuvo en silencio porque el agresor la amenazó de muerte con un arma de fuego, asegurando que también tomaría represalias contra su familia si era denunciado.
A partir de ello comenzó a sustanciarse la causa judicial en la que Garrido Torres negó las acusaciones hasta que finalmente en 2015 nació un bebé producto de esos atropellos, que permitió realizar un examen de ADN que terminó por determinar la paternidad del acusado.
Garrido Torres quedó procesado y finalmente a mediados del año pasado volvió a tener contacto con la víctima, a la cual amenazó, por lo que quedó detenido por considerarse que existía riesgo procesal en la causa, llegando a este juicio detenido.