OSAKA (AFP).- Atlético Nacional perdió ayer en la semifinal del Mundial de Clubes ante Kashima Antlers por 3-0 en un encuentro marcado por el primer gol, que llegó precedido de un penal señalado gracias al videoarbitraje.
A la media hora de juego, en un encontronazo entre Orlando Berrío y Daigo Nishi en el interior del área, el jugador japonés acabó en el suelo y el árbitro, el húngaro Viktor Kassai, consultó el video para acabar señalando un penal que anotó Shoma Doi.
Ya con el equipo colombiano lanzado en busca del empate, recibió la puntilla con goles de Yasushi Endo (83) y Yuma Suzuki (85), que acabaron así con el sueño mundialista Verdolaga.
Es la tercera vez que un club no europeo o sudamericano alcanza la final del Mundial de Clubes, tras el Mazembe congoleño en 2010 y el Raja Casablanca marroquí en 2013.
Mateus Uribe tuvo las dos primeras ocasiones de gol para Nacional, un disparo desde la frontal (13) y un cabezazo tras córner (14), pero ambas fueron desbaratadas por el arquero Hitoshi Sogahata.
Kashima no se dejó abrumar y también tuvo sus chances: un disparo desviado de Yasushi Endo (14) y, la más clara, de Gaku Shibasaki, que con un quiebre de cintura atravesó la defensa Verdolaga, pero Franco Armani le ganó en el mano a mano (18).
Pero a la media hora llegó la jugada histórica del penal pitado gracias al asistente de vídeo.
A Atlético Nacional le costó recuperarse del golpe e incluso pudo haber encajado un segundo gol, pero Armani salvó a su equipo despejando un cabezazo de Naomichi Ueda (34).
No fue hasta el tramo final cuando Nacional buscó el gol con decisión y se sucedieron al menos cuatro ocasiones de gol pero los colombianos se fueron en desventaja al descanso.
Al equipo de Reinaldo Rueda le costó entrar en juego en el segundo tiempo y no fue hasta la hora cuando Berrío volvió a disparar con peligro, pero de nuevo salvó Sogahata.
A medida que avanzaba el crono, el Verde estaba cada vez más volcado al arco rival, sin ocasiones claras, y los japoneses remataron a la contra, con los goles de Endo (83) y Sukuki (85) para acabar con el sueño mundialista de los colombianos, que deberán jugar el domingo por el tercer puesto.