El salonista fueguino Constantino “Kiki” Vaporaki disputó su tercera Copa del Mundo FIFA en Uzbekistán con la Selección Argentina, obteniendo su segundo subcampeonato del mundo, tras caer en la definición con Brasil como en la Copa América 2024. Leyenda.
USHUAIA.- El más grande de la historia. Tercer mundial de Futsal FIFA y un nuevo podio. Título en Colombia 2016 más subcampeonatos en Lituania 2021 y Uzbekistán 2024. Primer fueguino en debutar en Champions League con el Riga y convirtió en la final de la Liga de Letonia 23/24 para darle el título ante el RFS, ahora su nuevo club para la 24/25.
La temporada para el fueguino Constantino “Kiki” Vaporaki tenía una meta clara: jugar su tercera Copa del Mundo FIFA en este proceso de recambio que vive la Selección Argentina de Matías Lucuix. Y así lo logró.
Tierra del Fuego volvió a dar el presente por cuarto mundial consecutivo después de Alamiro Vaporaki en Tailandia 2012, Kiki y Alamiro en Colombia 2016, Kiki en Lituania 2021 y ahora Uzbekistán 2024.
La albiceleste, con esta generación dorada, tuvo otra epopeya inolvidable quedando al borde de levantar la copa. Pero antes también había vuelto a estar en la élite del continente con el subcampeonato en la Copa América 2024 desarrollada en Asunción, en la cual Brasil superó 2-0 a los nuestros en la final.
Y a mediados de temporada, cuando todavía no se oficializaba la lista para Uzbekistán, Kiki convirtió el gol clave que le dio la corona al Riga en la Liga de Letonia frente al RFS, para sellar la temporada 23/24 con doblete.
Pasó por su Ushuaia natal, brindó una charla para familiares y amigos junto al Municipio, cuando ya era confirmado que iba a disputar su tercera Copa del Mundo y dejó como siempre la admiración de niños con el #10 de la Selección Argentina, ni más ni menos.
Y allá, en el máximo evento donde todo salonista sueña con llegar, volvió a escribir la historia. Ya más grande y sin tantos minutos como en procesos anteriores, Kiki supo cumplir su rol, más defensivo ahora, tomándose soltura para mostrar lujos y distinciones además de compromiso absoluto para trabajar de cierre en el 5 versus 4 que proponían los rivales.
En la final, por decisión del entrenador, no tuvo mucha participación y eso nos dejó con ese sabor amargo de que era un duelo donde podía sacar lo mejor, pero no lo sabremos.
Brasil se quedó con aquella final, polémica por algunas decisiones arbitrales, aunque volviendo a poner a la albiceleste allá arriba. Tres mundiales, tres finales. Una verdadera locura. Un sueño hecho realidad. Y Kiki estuvo en todas.
¡Será muy difícil igualarlo, ojalá que pase porque nuestro Futsal se merece todo!
Kiki Vaporaki, leyenda absoluta y eterna…