La acertada decisión de mirar hacia su propio Sur

La participación de Argentina XV en la Americas Rugby Championship tiene dos hechos visibles: el embrión de una nueva franquicia en el Super Rugby+ampliar la base de Jaguares y la apuesta de la World Rugby para establecer un polo de poder en América. Pero hay otro costado trascendente: la acertada decisión de la UAR de ir a jugar al Sur, el punto cardinal más abandonado no sólo del rugby, sino del deporte argentino.

BUENOS AIRES (La Nación, por Jorge Búsico).- El Rugby vive en un permanente estado de revulsión. Quizá como pocos deportes en el mundo. Mientras un nuevo frente reglamentario se abrió a partir del no ruck que utilizó Italia ante Inglaterra el último fin de semana en el Seis Naciones, las mujeres, históricamente relegadas, cada vez ganan más espacio, sobre todo tras del gran revulsivo que significó la vuelta a los Juegos Olímpicos. La Copa del Mundo femenina, que se jugará entre los próximos 9 y 26 de agosto en Irlanda, promete superar todos los récords en asistencia, televisión y espectadores. Impensado apenas una década atrás.

La Argentina está dentro de ese remolino de cambios. La participación de Argentina XV en la Americas Rugby Championship tiene dos hechos visibles: el embrión de una nueva franquicia en el Super Rugby+ampliar la base de Jaguares y la apuesta de la World Rugby para establecer un polo de poder en América. Pero hay otro costado trascendente: la acertada decisión de la UAR de ir a jugar al Sur, el punto cardinal más abandonado no sólo del rugby, sino del deporte argentino. Es curioso: la Argentina juega en el máximo nivel del Sur, pero no puede desarrollar su propio Sur.

La participación de Argentina XV (un excelente equipo con muy buenos jugadores y entrenadores) en Bahía Blanca y en Ushuaia significó un mojón para un posible futuro desarrollo. Los partidos ante Uruguay y Brasil tuvieron estadios colmados y más que eso: una semana previa a pleno movimiento, con charlas de capacitación en los distintos aspectos del juego. En Bahía Blanca estuvo Daniel Hourcade, por ejemplo. Fueron verdaderas fiestas de rugby, con gran participación de los clubes y las Uniones locales, ya que es en esa parte del país donde se observa más entusiasmo y participación. Es que jugar al rugby en el Sur requiere de extrema pasión: las distancias son enormes y la crueldad del clima, especialmente el viento, a veces obligan a suspender los encuentros.

Esas condiciones, sumadas a las escasas poblaciones, postergan a un sector del país al que, salvo Bahía Blanca con el básquetbol, llegan pocos eventos deportivos de alto nivel. El rugby puso una semilla. A Ushuaia, donde anualmente se celebra el clásico Seven del Fin del Mundo, llegó por primera vez un seleccionado argentino de rugby. La ruta se completará el próximo sábado en Comodoro Rivadavia, donde Argentina XV enfrentará a los Estados Unidos con enormes posibilidades de retener el título de la ARC.

«También pensamos en el Sur porque este año los Pumas jugarán en seis provincias distintas. El Rugby Championship será en Buenos Aires, Salta y probablemente Mendoza, mientras que en la ventana de junio tendremos a Santa Fe, San Juan y Jujuy», explicó el secretario de la UAR, Fernando Rizzi, quien agregó que la entidad afrontó los cargos de traslado y hotelería de Argentina XV.

A los clubes y las Uniones les queda, además de la valiosa difusión, dinero por venta de entradas y publicidades que no compitan con los patrocinadores de la UAR. Pero, claro, con eso no alcanza. Necesitan que les llegue el famoso derrame, la gran incógnita hasta hoy de lo que genera el profesionalismo.

Pero lo importante ahora es que se atendió una realidad del rugby con escasa difusión. La Unión de Tierra del Fuego (Ushuaia) tiene 404 jugadores mayores de 15 años; la del Sur (Bahía Blanca), 1534 y la Austral (Comodoro Rivadavia), 908. Muchos clubes de Buenos Aires reúnen más jugadores que las tres juntas. El Sur no olvidará nunca esta experiencia de verano. Hay que mirarlo.

El Americas Rugby Championship jugado en el Sur argentino fue todo un suceso.