Debido a la recesión que golpea fuerte a la ciudad, la demanda de taxis cayó drásticamente y desde el sindicato que nuclea a choferes del servicio aseguran que los trabajadores se ven forzados a cumplir extensos turnos, sumado a jornadas de trabajo en otras actividades.
RIO GRANDE.- Los taxistas de Río Grande son, sin dudas, uno de los sectores de trabajadores de la ciudad que más fuerte sintió la recesión en los últimos tres años, al punto que aseguran que la demanda cayó a niveles inusitados, sin panorama de mejora para los próximos meses.
El secretario general del Sindicato Único de Peones de Taxis (SUPETAX) de Río Grande, Andrés Rosas, confirmó que “cayó un 60% la actividad. Estamos muy golpeados, la estamos pasando muy mal y tratamos de trabajar en lo social con los compañeros que peor la están pasando”.
Contó que “hay gente que trabaja 12 horas porque se lo pide el permisionario y se bajan del taxi y hacen changas, sobre todo en la construcción para poder llegar a fin de mes. Hay choferes que trabajan más de 16 horas al día para poder cubrir las necesidades de su familia”.
“El chofer tiene que cubrir costos fijos, más que nada por el combustible. Con GNC el chofer tiene que cubrir unos 300 pesos por turno y si el auto funciona a combustible, son 500 pesos que el chofer arranca debiendo por cada turno”, develó.
Asimismo, contó que “se habla de pedir un 20% de aumento de tarifas. Sabemos que es problemático, que es complejo pero no queda otra. Hoy, lo que vemos es que cada vez que aumentamos la tarifa, cae la demanda y la gente deja de tomar taxi”.
Finalmente, Rosas advirtió que en caso de otorgarse el incremento que deberá definir el Tribunal de Cuentas municipal, “quedaría en 36 pesos la bajada de bandera y $ 3,60 la ficha, cada 100 metros de trayecto”.