La causa por la muerte de un paciente terminal que ingresó el 20 de noviembre pasado por la guardia hospitalaria baraja entre varias hipótesis de que se le haya aplicado un relajante como una presunta práctica “eutanásica”. La propia imputada se presentó a realizar una declaración espontánea y descartó eso, así como la desaparición de documentación de la historia clínica.
RIO GRANDE.- El caso que surgió de la denuncia desde el Hospital Regional y el ministerio de Salud contra una médica de la guardia, sigue siendo instruido desde el Juzgado de Instrucción 1, a cargo del Dr. Daniel Cesari Hernández quien ya llevó adelante diversas diligencias de prueba.
Al secuestro de documentación en el nosocomio, las primeras testimoniales e incluso la exhumación y trabajo pericial sobre la víctima; se sumó en las últimas horas la declaración espontánea de la propia acusada.
La denuncia surge desde el sector de Enfermería, del cual uno de sus agentes manifestó la inquietud en relación al tratamiento dispensado al paciente que ingresó por guardia, un hombre de 82 años con un estado casi terminal.
En las actuaciones ya se determinó que la médica interviniente habría suministrado un relajante muscular denominado succinilcolina, cuestión que se utilizaba como un paliativo para el dolor del paciente.
El deceso del paciente se produjo una hora después y allí se hizo la presentación ante las autoridades hospitalarias, que luego radicaron la denuncia en el resquemor de que este fármaco es muy difundido en su utilización para prácticas eutanásicas, conocidas como “muerte sin dolor” o “muerte por piedad”.
La labor de la forense actuante desde el Poder Judicial no se centró específicamente en la causa de muerte del paciente, el cual presentaba un cáncer terminal, sino en la concentración de este miorelajante en su organismo, por lo que se está a la espera del resultado de exámenes químicos.
Declaración espontánea
En este marco de situación la Dra. Cyntia Zabala se presentó ante la Justicia, acompañada de su abogado, Dr. Alejandro de la Riva, ocasión en la que brindó una declaración espontánea en la causa
“Declaró por más de seis horas dando cuenta de sus títulos y especificaciones que la avalan en lo suministrado al paciente y en su experiencia, y ratificó todo lo que tradujo en la historia clínica que estaba completa, en lo actuado por la doctora, como de las comunicaciones realizadas con la médica tratante, ya que ella recibió en guardia a un paciente terminal de cáncer en grado 4”, relató el abogado de la profesional.
De la Riva agregó que la doctora “dio el tratamiento considerado en lo que la avala como profesional. Hay una ley nacional que establece hasta dónde tiene derecho el paciente y el médico en cuanto a prácticas invasivas que no van a tener un resultado médico satisfactorio”, dijo en relación al estado terminal del paciente.
“Hay pacientes terminales que por más que se lo intube para que respire, esa intubación solo prolonga la agonía, nada de lo que se le hizo al paciente está contraindicado”, dijo respecto del fármaco suministrado, “lo que hizo consensuado con la familia y la médico tratante del paciente”, agregó el letrado.
Sobre la hipótesis de la eutanasia, De la Riva descartó, “no está permitida en la legislación argentina, si estuviéramos presentes en un caso de este tipo sería un homicidio. Fue solo un tratamiento paliativo del dolor, un paciente terminal de cáncer con grado 4 y metástasis generalizada, y se lo puso en un lugar de confort, se dispuso de un lugar para paliarle los dolores no para matarlo. De hecho la familia estuvo presente todo el tiempo, no solo junto a la doctora, sino que está registrado el llamado de ocho minutos de la Dra. Zabala con la médico tratando, no puede haber sospechas de eutanasia por ningún lado”, indicó.
Críticas al nosocomio
Ante la denuncia desde el mismo nosocomio, que partió de una queja desde el sector de Enfermería, De la Riva señaló que “al que se le ocurrió pensar que no era el tratamiento indicado fue un enfermero, y que Salud de la provincia inicie una causa por dichos de un enfermero contra una profesional con acreditaciones académicas, estamos en problemas, por eso hicimos la declaración espontánea” dijo, agregando que una vez aclarado lo sucedido, “evaluaremos la responsabilidad del enfermo y las autoridades institucionales”, dijo prometiendo secuelas judiciales en ese sentido.
Incluso De la Riva señaló que en la historia clínica del paciente están todas las anotaciones de la profesional, separada del cargo, “lo que falta son precisamente los papeles de enfermería”, dijo.
Finalmente respecto de que la denuncia partió desde la misma institución, De la Riva fue mordaz, fiel a su estilo, “pedimos que venga a declarar la familia, que no hizo esta denuncia, nunca se movió del lado del hombre e incluso invitaron a la doctora al sepelio, estamos hablando de una interna hospitalaria en la que el nivel académico de la doctora ha generado mortificaciones en la mediocridad general del hospital”, finalizó.