Informe señala que 4 de cada 10 alumnos necesitan seguimiento permanente para hacer sus tareas.
RÍO GRANDE.- El Observatorio Argentinos por la Educación difundió el tercer informe de la serie “Encuesta Nacional Escolar”. Este documento se focaliza en la cantidad de horas destinadas a actividades escolares y el acompañamiento de los adultos.
Desde mediados de marzo, cuando se interrumpieron las clases presenciales, las actividades escolares comenzaron a suceder dentro los hogares y esta dinámica no solo implicó una dedicación diferente por parte de alumnos y alumnas, sino también un acompañamiento por parte de los adultos.
El primer informe indagó sobre la frecuencia y fines del vínculo pedagógico en cuarentena. El segundo informe analizó los dispositivos y medios de comunicación utilizados para mantener la comunicación en el contexto de aislamiento.
El cuarto informe explorará la percepción de pérdida de aprendizaje y la conformidad de los docentes en el contexto actual.
La encuesta fue realizada a 262 familias de todo el país seleccionadas aleatoriamente de las cuales una pertenece a Tierra del Fuego.
Dada la técnica para identificar a los respondientes, las familias involucradas tenían conexión a internet aunque sea mínima o intermitente por lo que los resultados solo se aplican a este universo de hogares. El cuestionario implementado contó con cuatro bloques: 1. Características personales: provincia, parentesco con el alumno, año de estudio del alumno. 2. Características de la escuela: jornada, vínculo pedagógico en el contexto del COVID-19. 3. Conformidad con la educación que la escuela y los docentes están proporcionando. 4. Preguntas abiertas de recomendaciones a la escuela.
De las respuestas se desprende que el 52,2% de los alumnos destinan al menos 3 horas por día a las actividades escolares en cuarentena La cantidad de tiempo destinado a las actividades escolares en el hogar muestra que la mitad de los alumnos destinan más de 3 horas por día a tareas escolares. Específicamente, el 42,6% destina entre 3 y 6 horas, mientras que un 9,6% destina más de 6 horas. Estos resultados son consistentes con la encuesta del Ministerio de Educación de la Nación que muestra que aproximadamente la mitad del alumnado de escuelas públicas pasa al menos 2 horas al día haciendo sus asignaturas escolares.
Por otro lado, el informe desnudó que 4 de cada 10 alumnos necesita el acompañamiento constante de un adulto En el 95,6% de los casos los alumnos y alumnas necesitan el acompañamiento de un adulto (a veces o de manera constante). Específicamente, el 38,5% del total necesita acompañamiento constantemente del adulto responsable.
En lo referente al vínculo pedagógico, 6 de cada 10 alumnos reciben siempre una corrección o devolución de un docente Las familias manifiestan que en el 61,4% de los casos los alumnos reciben siempre una corrección o devolución de los docentes y en el 28,0% de los casos las reciben a veces. Una minoría manifiesta no tener devolución o corrección de los docentes (10,6%).
En cuanto a la evaluación que hacen los docentes en contexto de COVID, quedó de manifiesto que uno de cada diez alumnos tuvo pruebas durante la cuarentena. Al consultar si durante el período de cuarentena el alumno o alumna tuvo pruebas o exámenes la mayoría respondió que no tuvo. Uno de cada 10 alumnos/as ha tenido pruebas o exámenes de algún tipo. Dentro del grupo de los alumnos evaluados, se indagó sobre cómo fue esta evaluación. Como podemos ver, en 3 de cada 4 casos las evaluaciones fueron conceptuales.
Entre las conclusiones del estudio, se determinó que la continuidad pedagógica tuvo una distribución social desigual condicionada sobre todo por la presencia de conexión y dispositivos, la capacidad del hogar y el esfuerzo escolar.
También quedó en claro que la necesidad de los alumnos de tener un seguimiento permanente de parte de sus padres a la hora de hacer sus tareas, genera una demanda familiar adicional a la requerida normalmente, y muchos adultos deben añadir a sus tareas del día estar presentes constantemente para asistir a sus hijos. Aquí también se verifica la desigual distribución de oportunidades: aquellos hogares con mayor posibilidad de invertir tiempo, con espacios más amplios en la vivienda y con adultos de mayor nivel educativo tienen sin duda mayor capacidad de acompañar que hogares hacinados y con adultos con menor nivel educacional.
El 61,4% de los alumnos recibe correcciones o devoluciones de un docente. Este esfuerzo de los docentes aumenta en escuelas de jornada completa lo que explica que, a menor carga laboral docente, mayor compromiso con la devolución de tareas. Resulta esperable que los docentes que trabajan en dos turnos de jornada simple tienen el doble de alumnos (y el doble de tareas para corregir) que los que trabajan en jornada completa.
Solo en el 11,5% de los casos los alumnos fueron evaluados mediante pruebas o exámenes durante el período transcurrido desde el inicio de la pandemia. En tres de cada cuatro casos se está optando por una calificación conceptual (y no numérica) lo que estaría indicando una opción pedagógica por las evaluaciones de proceso y no de resultados. Esta señal es interesante y muy auspiciosa en el sentido de que las escuelas parecen reconocer que esta situación de educación remota no sustituye la vieja normalidad escolar y requiere de adaptar dispositivos didácticos a nuevos contextos.