El actor Mariano Torre, presentó hace una semana, su obra unipersonal ‘Fueguino’. Creada por él, como un homenaje a la isla, al ser fueguino propiamente dicho. En fueguino, la propia isla es la que cuenta su historia, y explica, qué significa el ser fueguino.
RIO GRANDE.- El actor ushuaiense Mariano Torre, estrenó la semana pasada en la sala Niní Marshall de la Casa de la Cultura de Ushuaia, “Fueguino”. El unipersonal creado junto a Juan Carlos Malpelli (Director). El artista, conversó con el diario El Sureño acerca de esta obra tan sentida para él; las expectativas; y la urgencia de comenzar proteger más activamente los recursos naturales e históricos de la Isla.
Durante la semana del 18 a 22 de enero, Torre presentó su primer unipersonal; con una temática que gira en torno a la historia de la Isla, y lo que implica ser fueguino. Aunque desde hace aproximadamente veinte años reside en Buenos Aires, El actor aseguró que nunca se fue: “Vuelvo todo el tiempo, porque acá están mis padres, mis afectos, mis montañas, mis aromas. Este es mi cable a tierra y mi lugar en el mundo”, dijo.
En sus inicios, como actor, sin embargo, no era tan fácil abrazar su identidad, y el hecho de llegar al centro del circuito actoral del país desde el fin del mundo: “Era difícil a veces explicar, por más que tratara, que mi casa, estaba más al sur que Ushuaia, en ese momento, antes de que estuviera más urbanizado, porque la mía era seguramente, la casa más austral de país: “El ir a tomar la leche en la montaña, literalmente. Y me lo callé durante un montón de tiempo hasta que me di cuenta que eso era mi plus, mi presentación, algo que nadie tiene. A partir de ahí dejé salir lo que era para mí Ushuaia”, recordó el artista.
Una de las que más lo impulsó, según recuerda a seguir una carrera artística, fue su madre: “Ella es actriz y directora, siempre me impulsó a esto. Pero yo fui difícil: ella quería que fuese al Polivalente de Arte, yo fui al industrial. Cuando me fui a estudiar a Buenos Aires, ella me dijo que me fijara en la carrera de actuación, y le dije que quería ser profesor de educación física”, comentó entre risas.
En enero de 1996 Mariano Torre llegó a Buenos Aires, como muchos jóvenes fueguinos a estudiar: “Internamente, a mí me reentusiasmaba, pero no le podía blanquear a mi vieja, tenía que seguir peleando. Entonces fui al conservatorio ‘a averiguar’, y en el momento en que entré a esa casona rodeada de parques, con esa escalera antigua, me dije ‘de acá no me sacan nunca más’”, contó.
Mariano hizo el curso de ingreso, quedaron sólo 60 personas de cerca de 500, él era uno de ellos, había comenzado.
Fueguino
Hoy, dos décadas después, Mariano Torre puede dar forma a una pasión que llevaba desde hace tiempo, y estrenar su primer unipersonal en la sala de una Casa de la Cultura que fue construida, entre otros, por su propio abuelo: “Yo necesitaba estrenarla en Ushuaia. En parte esta primera llegada acá es para decir ‘esto es lo que hago’. Y tuvo una repercusión fantástica. La gente quedó alucinada con lo que sucede en la obra”, dijo el actor.
En la obra, es la Isla la que cuenta su historia, y la que dice qué es ser fueguino. Que se puede ser por haber venido, por estar y ser por adopción, por nacer. Como también se puede estar, o nacer, y nunca ser fueguino: “Todo es desde la visión de la propia Isla. Con Magallanes descubriendo el estrecho por ende la Isla, vamos a Julio Popper, va y viene un poco en el tiempo. Porque lo que más nos ocupa es la emoción de las historias que vamos contando”, expresó Torre.
Mucho de lo que le permitió crear esta obra, tiene que ver con el hábito de conocer, estudiar, vivir la historia de Tierra del Fuego desde pequeño: “Mi padre fue director de turismo, mi madre asistente social y directora de cultura, además de actriz. Lo cultural, aún lo turístico, las culturas originarias, los que vinieron, el vínculo con esta tierra viene desde la mas tierna infancia”, remarcó.
“Pero, además, es algo que a mí me apasiona -agregó- porque tenemos un lugar que es único en el mundo. Libro que veo de Tierra del Fuego, lo leo. Investigo, pregunto, hablo con gente, antiguos pobladores y los grabo. Es un sentimiento muy fuerte la historia de este lugar, es mi identidad”.
El director, es uno de los pocos en el medio artístico que vivió en Tierra del Fuego. Al encontrarse, Mariano aseguró que fue tener la pieza que faltaba para crear “Fueguino”: “Tengo montones amigos geniales que son autores. Pero cómo les explico la sensación de vivir en Río Grande y que el viento te haga caminar inclinado. Cómo te explico la sensación de pisar la turba. El olor de la nieve a la mañana. Cosas que si no las viviste, no las viviste. Él ama esta isla, y también “la ha estudiado”, explicó.
“La obra entra en dos valijas -expresó Torre-. Y la idea es justamente poder llevarla a todos lados. Porque además nuestra tierra llama la atención, es realmente un producto que vende. Ya tengo fechas en México por ejemplo, quiero llevarla al país, a Europa. Y quiero volver a Tierra del Fuego, a Río Grande, a Ushuaia. Porque la obra habla de toda Tierra del Fuego, desde Punta Páramo, a los selk’nam. Pero para todo eso era necesario que el fin del mundo diera el pulgar arriba, y dijera que estamos listos para ir al resto del mundo” “La obra, fue pensada como un homenaje para todos los que vivimos en esta Isla. En el presente, y en la historia”, manifestó.
El tesoro natural
Tal como mismo actor lo definió, la piedra fundamental de “Fueguino” es el pedido de la Isla para ser preservada: “La Isla está diciendo ‘paren de destruirme’. Y eso también lo digo yo. Tenemos que entender que este recurso es valiosísimo, y que no hay otro. Que las 500 mil hectáreas que se van a salvar si hacemos el parque provincial Península Mitre, es una ganancia para todos. Todo lo que nosotros estamos destruyendo ha tardado millones de años en ocurrir”, dijo Torre.
Y concluyó: “Tenemos un punto que es la mayor concentración de naufragios del mundo para investigar. Yacimientos arqueológicos de pueblos originarios, de los que desconocemos. Hay algo tan poderoso, y tenemos la posibilidad de salvarlo antes de que lo destrocemos; que me parece que hay prender todas las alarmas y empezar a gritar muy fuerte para que la mezquindad no nos arruine lo que tenemos como humanidad. Si vas a hacer una ruta, hacela a una mano, no una autovía de cuatro manos y tres metros de banquina”.
“Hay algo tan poderoso, y tenemos la posibilidad de salvarlo antes de que lo destrocemos”, dijo Mariano Torre en referencia a los recursos culturales de la Isla.
“Yo necesitaba estrenarla en Ushuaia. En parte esta primera llegada acá es para decir ‘esto es lo que hago’. Y tuvo una repercusión fantástica”, agradeció el artista.

