La inflación fue del 13,2% en febrero, muy por debajo de lo esperado por las consultoras privadas. Además, los precios acumularon un alza del 276,2%, según informó el INDEC.
BUENOS AIRES (NA).- El rubro de telecomunicaciones fue el que más subió, con un 24,7%, seguido por las tarifas del transporte, con 21,65, y las de electricidad, gas y agua, y los combustibles, con el 20,2%.
El dato se conoce luego de que en enero se registrara una suba del 20,6% y en diciembre, del 25,5%, la más alta desde marzo de 1990.
Bebidas alcohólicas y tabaco subieron 17,7%; bienes y servicios, 16,6%; y salud, 13,6%. Los alimentos y bebidas alcohólicas (11,9%), educación (9,9%) y prendas de vestir y calzado (7,2%) quedaron por debajo de la media mensual.
Antes de que se publicara la cifra, el presidente Javier Milei había afirmado que continuaría la tendencia a la baja que había comenzado el mes pasado.
“Parece que está debajo del 15%, con lo cual es un numerazo”, enfatizó el mandatario, quien sin embargo reconoció que tiene “plena conciencia de lo que está pasando” en el país “pero corregir cien años no es gratis”.
También vaticinó que en los próximos meses la inflación podría llegar a un dígito: “Si le sumás la suba de prepagas, que es de una vez, y tarifas, que son una vez para siempre, en ese contexto, al número le vas a tener que restar casi 5 puntos, cuando veas eso, vas a hablar de una inflación de un dígito”.
Según expertos, el costo de vida se desaceleró por una combinación de fuerte caída de la actividad por la licuación de ingresos y jubilaciones desde diciembre, el significativo ajuste del gasto público y el “apretón monetario” que impulsa el Gobierno.
De acuerdo con el INDEC, el primer bimestre acumula un alza de la inflación de 36,6%, mientras que, en los últimos doce meses, el IPC nacional refleja un avance de 276,2%.
Se trata del número interanual más elevado desde marzo de 1991 (287,3%). El dato mensual es el más alto desde febrero de ese año (27%).
Según el Indec, la división de mayor aumento fue Comunicación (24,7%), producto de subas en servicios de telefonía e internet.
Le siguieron Transporte (21,6%) –por los incrementos en el transporte público– y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (20,2%) –por alzas en el servicio de electricidad–.
Los alimentos y bebidas -el capítulo más sensible del IPC- fue de 11,9%. En tanto, el IPC núcleo -que elimina precios regulados y estacionales- mostró un avance de 12,3% en el segundo mes del año.
“La oficina del Presidente informa que la inflación de febrero fue de 13,2%, evidenciando una contundente desaceleración de precios con respecto a diciembre 2023 (25,5%) y enero 2024 (20,6%), resultado del trabajo del Gobierno nacional para imponer una fuerte disciplina fiscal”, dijo un comunicado de Casa Rosada.
“La suba inflacionaria que enfrentamos es producto de la emisión descontrolada de los últimos años y el despilfarro generado por el programa económico del exministro Sergio Tomás Massa”, agregó.
“El 10 de diciembre de 2023, en su discurso de asunción, el presidente Javier Milei informó al pueblo argentino que recibía una inflación camino al 15.000% anual contra la que lucharía con ‘uñas y dientes’. Ese es el compromiso asumido y el objetivo innegociable”, indicó el comunicado de la oficina del Presidente.
Días atrás, el IPC de la Ciudad ya mostró una desaceleración. Para el segundo mes del año había registrado un alza de 14,1%. Pero el número que reflejó un avance fue la inflación núcleo.
La dirección estadística registró un 13,4%. El relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), que releva el Banco Central (BCRA), indicaba un avance de los precios para febrero de 15,8%.
Para marzo esperaban un 14,3%. Ese conjunto de consultoras privadas y analistas esperaban días atrás que la suba de precios llegara a 210,2% en el año. El primer dato con una suba de precios de un dígito, indicaron, podría llegar recién en junio (8,5%).
El ministro de Economía, Luis Caputo, se reunió la semana pasada con empresas de alimentos y consumo masivo. Allí les ratificó a esas compañías que no va a haber una nueva devaluación brusca del tipo de cambio y que el precio de equilibrio de dólar debería estar actualmente en los $900.
Los directivos de las empresas, en tanto, le dijeron al ministro que notaron una desaceleración de los precios de sus productos por la fuerte caída de las ventas que ya están registrando.
El lunes, Caputo se reunió con los directivos de los grandes supermercados. Les dijo que se está siguiendo “a rajatabla” el programa económico, basado en el equilibrio fiscal y en la recomposición del balance del Banco Central (BCRA).
Agregó que bajar la inflación era “la prioridad para poder estabilizar la economía”, y así dar inicio a un ciclo de crecimiento que permita la baja de impuestos. El ministro también hizo foco en el hecho de que los precios de los productos de consumo masivo “no reflejan hoy la nueva realidad económica”. En este sentido, “se debatieron alternativas para combatir la suba desmedida de precios”.
En la práctica funciona como una mayor licuación a los depósitos de los argentinos, que tendrán menos opciones para cubrirse frente a la inflación.
Con la intención de que ese salto en los tipos de cambio “libres” no impacte en los precios ya sobregirados de la economía, y particularmente en los alimentos (el rubro que más afecta a los pobres), el Gobierno anunció que abriría las importaciones para “apuntalar la baja de la inflación en los productos de la canasta básica y medicamentos”. Precisaron que el BCRA reducirá el plazo de pago de importaciones de alimentos, bebidas y productos de limpieza, cuidado e higiene personal: pasarán de un esquema de pago en 4 cuotas a los 30, 60, 90 y 120 días a un plazo de pago en una sola cuota a los 30 días.
Además, bajaron la presión impositiva para esas compras el exterior. “Se determinó suspender, por el plazo de 120 días, el cobro de la percepción de IVA adicional e impuesto a las ganancias a las importaciones de estos productos y de los medicamentos”, indicó la Secretaría de Comercio.