El jueves “los mismos actores de la amenaza, la prepotencia y la extorsión nos hablaban de derechos, diálogo y consenso. Un abismo, un divorcio peligroso entre la palabra y los hechos”, indicó la legisladora oficialista, Amanda del Corro.
USHUAIA.- La legisladora del Partido Social Patagónico, Amanda del Corro, lamentó que parte de la institucionalidad provincial cediera “ante la violencia y el patoterismo habitual de quienes aún piensan que a las patadas se educa para la democracia y para la paz”; luego de hacer un análisis de lo ocurrido el pasado jueves, cuando la Legislatura sesionó para enviar a archivo el proyecto de reforma jubilatoria, impulsada por el Frente para la Victoria.
Del Corro dijo que el jueves “los mismos actores de la amenaza, la prepotencia y la extorsión nos hablaban de derechos, diálogo y consenso. Un abismo, un divorcio peligroso entre la palabra y los hechos”.
Señaló que “parece que algunos aún entienden que democracia es hacés lo que yo digo o rompo todo o lo que sucedió el día de la cuarta sesión: O archivan ese proyecto o hay quilombo. Y a esta altura todos conocemos qué significa en boca de estos señores la palabra tan habitual y cotidiana de quilombo”.
El porqué de su ausencia
Al explicar porqué resolvió no asistir a la sesión, dijo que “la condición para el debate fue obturar la posibilidad de debatir en una institución cuya esencia es, o debería ser, el debate de las diferencias. No asistí porque aceptar las condiciones que impone el ejercicio de la violencia es aceptar que el Estado no existe”.
“Socavar las instituciones de la democracia es violencia”, señaló para agregar que es necesario “discutir una deuda que era de unos pocos y ahora es de todos y también acordar que queremos ser solidarios y no privilegiados”.
Por último, puntualizó que “las instituciones no son entelequias, somos nosotros mismos. El proyecto del Frente para la Victoria quedó en el archivo por imposición de la fuerza sobre la razón”.