La nueva generación alemana, último obstáculo para Chile

SAN PETERSBURGO (AFP).– Chile, arquetipo de una selección transformada en equipo, desafía a la sorprendente nueva generación alemana, hoy en San Petersburgo en la final de la Confederaciones (15:00 hora argentina), una cita para que la Generación Dorada de la Roja amplíe su leyenda.

Flamante bicampeona de América (2015 y 2016) Chile representa como nadie la experiencia. Si no hay ningún sobresalto, hasta nueve jugadores del once que saltará al Estadio de San Petersburgo ya formaron en las alineaciones que derrotaron a Argentina en las finales continentales.

El capitán Claudio Bravo, Mauricio Isla, Gary Medel, Jean Beausejour, Marcelo Díaz, Arturo Vidal, Charles Aránguiz, Alexis Sánchez y Eduardo Vargas estarán acompañados en la misión por Gonzalo Jara y Pablo Tucu Hernández.

Enfrente un equipo alemán que se formó en el momento en el que Joachim Löw ofreció la sorprendente lista de convocados, sin ninguno de los hombres importantes que habitualmente defienden a la Mannschaft.

“Nadie nos veía en la final, no entraba en nuestros planes, lo que queríamos era desarrollarnos”, señaló Löw, que se marcó como prioridad el próximo Mundial y afrontó la Confederaciones como un banco de pruebas para captar algún jugador e introducirlo en su grupo habitual.

Diferente opinión ofreció Vidal, buen conocedor del fútbol alemán por jugar en el Bayern Múnich, este sábado en rueda de prensa.

“La gente habla mucho de equipo B pero los jugadores son o están mucho mejor que los que faltan. Desde el principio se vio que iban a ser finalistas”, dijo el medio.

El 22 de junio en Kazán ambos equipos se enfrentaron en la primera ronda y empataron 1-1. Alemania sufrió al principio ante la presión chilena y encajó un gol. Pero superó el temporal, empató y fue mejor en el segundo tiempo.

Lo cierto es que su poca solidez ofensiva (encajaron goles en los triunfos 3-2 y 3-1 ante Camerún) la compensa con un excelente centro del campo y gran eficacia en el área rival.

Los chicos de Löw tienen creatividad, la que aporta Draxler o la gran aparición Leon Goretzka -autor de tres tantos-, solidez, con Joshua Kimmich o Jonas Hector, y gol, con el polivalente Lars Stindl y el ariete Timo Werner, también con tres dianas.

Chile, la obra que inició Marcelo Bielsa en 2007 y continuaron los también argentinos Claudio Borghi, Jorge Sampaoli y Pizzi, no tiene secretos.

Tras la experiencia ante Alemania, Chile, camaleónico, corrigió el tiro ante Portugal y supo dosificar los esfuerzos en un partido que se fue hasta los 120 minutos y se definió en los penales.

Ahí emergió Bravo. Firmó una de las mejores actuaciones al atajar los tres primeros.

Como recompensa para el ganador de hoy un trofeo sobre el que pesa un maleficio, ninguno de los vencedores en sus nueve ediciones ha ganado la siguiente Copa del Mundo.

Chile y Alemania, que no han inscrito su nombre en esta competición, no creen en sortilegios.

 

La Roja va por el título frente a la joven Alemania en la gran final de la Copa Confederaciones.