Una docente que comenzó a dar clases en un curso, el 4 de abril de 2017, todavía espera que se le abonen los haberes correspondientes a este curso. La explicación es que hubo errores administrativos en la escuela y en le oficina de Recursos Humanos. Mientras tanto, también le confirmaron que cobrará las horas adeudadas, pero recién en marzo, casi un año entero después de empezar a trabajar.RIO GRANDE.- Cecilia Pérez es docente de nivel Secundario, y el año pasado, en abril, tomó horas de Prácticas del Lenguaje en el Colegio Soberanía Nacional. Sin embargo, y aunque la profesora dictó clases durante todo el ciclo lectivo 2017, aún hoy no cobró un solo peso de la remuneración correspondiente esas horas.
Ayer, en su muro de Facebook, Pérez dejó ver su frustración en una publicación: “Los gobiernos pasan, las cosas no cambian, 9 meses sin pagarme las horas que trabajé todo el año. ‘Hacé tal nota, llamá a tal lugar’; llevar ofrendas y rogarle a todos los santos. ‘Llamá el lunes, llamá en dos horas’ … Y acá estamos, dependiendo del capricho de los demás”.
Después de hacer el reclamo en el Colegio y en la oficina de Recursos Humanos, le informaron que la demora en el pago de los haberes, era consecuencia de un error administrativo, cometido en la Secretaria del colegio. Cecilia, esperanzada, pensó que superado esto, el pago del sueldo de un año entero de trabajo no se demoraría mucho más sin embargo, los meses siguieron pasando, y el año terminó. En este punto, desde la oficina de Recursos Humanos, le dijeron que el además del error administrativo detectado en el Colegio, al personal de esta dependencia en algún momento se le había extraviado su planilla de movimientos.
“Yo di de alta las horas el 4 de abril de 2017. Primero, cuando vi que no cobraba hice el reclamo en el Colegio, después envié una nota Recursos Humanos de Ushuaia, y ahora ya estoy en el punto en que llamo a Recursos en Ushuaia todos los días. Recién hoy me confirmaron que me van empezar a pagar las horas, ¡pero en marzo! Mientras tanto, ni una solución”, contó la docente.
Colegas de Cecilia, aseguraron a El Sureño que esta situación, si bien es particular por la cantidad de meses que pasaron para la profesora Pérez sin percibir sus haberes, es muy frecuente entre los docentes. Las demoras en cobrar las horas cátedra, suele ser de por lo menos tres meses.
A cada particularidad, se suma lo ineficaz y engorroso que resulta el trámite administrativo que cada docente debe realizar cada vez que toma horas cátedra, para poder cobrarlas: Primero, se debe llenar una declaración jurada, con la cantidad de copias correspondiente al total de cursos en los que cada profesor o profesora dicta clases. Dicho documento, se llena frecuentemente a mano, por lo que cada docente debe completar al menos tres copias cada vez que debe sumar horas cátedra. Una copia es para la escuela en la que dan de alta tales horas, otra es para recursos humanos, y una más para el propio docente.
El trámite sin embargo, recién empieza. Cada copia de estas Declaraciones Juradas de Horas cátedra y Cargos, va de escuela en escuela, para ser firmada por el directivo a cargo de cada colegio. En algunos casos, si los directivos están de licencia, se ausentan por algún motivo, o hay días feriados, el trámite puede demorarse varios días en cada escuela, ya que esta firma rara vez se hace en el momento.
Luego de viajar por todas las escuelas, estos mismos papeles pasan a la oficina de Recursos Humanos, en donde se verifican fechas de ingreso al sistema educativo, domicilio, DNI, y otros datos (en cualquier punto, un mínimo error de tipeo, o un borrón en los datos, puede volver todo el trámite al principio). Recién superada esta etapa el movimiento declarado por cada docente se carga en el listado de los haberes a percibir, pero esto también se realiza por empleados de otra área. Varias semanas, y meses transcurren hasta que, finalmente, el docente cobra el sueldo correspondiente. Muchas suplencias duran sólo algunas semanas, por lo que a veces, el trámite de presentar las Declaraciones Juradas se termina después de concluida tal suplencia.
En el caso de Cecilia, las horas en cuestión seguirán siendo de ella durante el ciclo lectivo 2018, por lo cual una vez que se le abonen las horas adeudadas debería comenzar a cobrarlas regularmente y sin inconvenientes. Sin embargo, como en cada ocasión que esto sucede, Cecilia no recibirá resarcimiento, intereses o compensación monetaria alguna por las demora en el cobro de sus haberes, de casi todo un año.
“Ahora me queda esperar a lo que me dijeron, y mientras espero pienso… yo fui a trabajar como correspondía, ¡qué injusticia! ¿Quién se hace cargo de esto?”, expresó la profesora Cecilia, resignada.