La población en América Latina y el Caribe totalizó 663 millones de personas en 2024, es decir, un 3,8 por ciento menos de lo que se había previsto en 2000, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su sede regional de la ciudad chilena de Santiago.
SANTIAGO (Xinhua/NA).- El organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) difundió el informe “Observatorio demográfico 2024: Perspectivas poblacionales y cambios demográficos acelerados en el primer cuarto del siglo XXI en América Latina y el Caribe”.
El secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar- Xirinachs, expuso en el comunicado que la natalidad se ha reducido “más rápidamente de lo esperado” a comienzos de siglo y no se preveía el aumento de la mortalidad por la pandemia de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) o el incremento de los movimientos migratorios.
“Desde la CEPAL llamamos a promover el envejecimiento saludable de la población y ofrecer a todos, especialmente a los grupos de menor ingreso, acceso a sistemas de salud y protección social que reduzcan el impacto de la mayor demanda de cuidados sobre las familias”, aseveró.
El estudio precisó que en el año 2000 se proyectaba que para 2024 la población de la región totalizaría 689 millones de personas.
“En aquel momento se estimaba que las tasas de fecundidad y mortalidad de América Latina y el Caribe serían más altas de lo registrado efectivamente entre 2000 y 2023, considerando las tendencias observadas en la década anterior y lo ocurrido en otras regiones del mundo”, precisó.
A su vez, el texto profundizó que las proyecciones iniciales tampoco pronosticaban el mayor volumen de movimientos migratorios de los últimos años, ni los importantes cambios demográficos que se evidenciaron durante la COVID-19.
El Observatorio Demográfico 2024 de la CEPAL abundó que la tasa de crecimiento de la población en la región es cada vez menor.
En la década de 1960, detalló, las tasas de crecimiento superaban el 2,5 por ciento anual, sin embargo, a partir de mediados de esa década comenzó una tendencia decreciente, debido sobre todo a la disminución de la fecundidad.
“Si bien en la revisión de 2000 se preveía que esa tendencia descendente continuaría, los datos de 2024 muestran que, en realidad, el descenso fue más acelerado de lo que se había previsto”, concluyó.