La Selección Argentina se quedó con la Finalissima, en un nivel descomunal del tridente de ataque que, acompañado por la solidez que ya se hizo costumbre en el equipo de Lionel Scaloni, ilusiona de cara a Qatar.
LONDRES (NA).- Con esta primera victoria en el mítico estadio de Londres, la selección dirigida por Lionel Scaloni estiró a 32 partidos su invicto, superando la marca conseguida en 1993 por los entonces entrenados por Alfio Basile.
El equipo argentino marcó a través de Lautaro Martínez, a los 28 minutos y Angel Di María, a los 45, ambos en el primer tiempo, y en el último minuto de juego aumentó Paulo Dybala, y de esta manera se quedó con el título que ponen en juego la Conmebol y la UEFA, y que no se disputaba desde 1993, cuando en Mar del Plata la albiceleste le ganó a Dinamarca por penales, en el equipo que conducía Diego Maradona.
De menos a más
Si bien Argentina arrancó queriendo ser protagonista, tardó varios minutos en acomodarse, porque Italia supo aprovechar los espacios y ganó la pelea en el mediocampo, donde los sudamericanos se mostraron demasiado flojos en la marca.
Un tiro libre de Messi, que pegó en la barrera, y un remate de Raspadori, le dieron emotividad a un partido que resultó intenso en la marca y en la forma de romper líneas.
Argentina mostró algunos desacoples en el retroceso, y en ese sentido Italia logró aprovechar con la capacidad de conducción de Jorginho.
Un cabezazo de Belotti que capturó el marplatense Martínez trajo como respuesta un remate de Messi que tapó Donarumma.
Sin embargo, una pronta recuperación del balón por parte de Tagliafico, le dejó el balón a Lo Celso y éste a Messi, quien aguantó por la izquierda, desbordó y el centro lo encontró a Lautaro Martínez en el medio del área para vencer a Donnarumma.
Casi enseguida, un error del propio Lautaro lo aprovechó Barella, para rematar desde afuera, pero “Dibu” Martínez envió el balón al córner.
Argentina supo aguantar la presión de Italia, sobre todo cada vez que quiso salir jugando desde el fondo, y en la última jugada del primer tiempo, Lautaro Martínez sacó a pasear a Bonucci, habilitó a Di María, quien ingresando por la espalda de Chiellini, venció a Donnarumma con un sutil toque de zurda para el 2 a 0 parcial.
Pudo ser más amplia
Para la segunda parte Italia metió tres cambios desde el arranque, para tratar de emparejar las acciones en algunos sectores del campo, pero Argentina parecía letal de tres cuartos de cancha hacia adelante, porque la potencia de Lautaro Martínez se llevó a la rastra a los defensores “azurros”.
La multiplicidad y el sacrificio de algunos jugadores como De Paul y el propio Di María encontraron respuesta en Guido Rodríguez -siempre bien ubicado para la recuperación- y Lo Celso, socio silencioso de Messi.
El capitán argentino ganó confianza en cada intervención y fue intratable para la defensa italiana, y en dos ocasiones probó los reflejos de su compañero en el PSG Donarumma, quien debió esforzarse para sacar un remate de afuera del área y taparle un mano a mano.
El arquero Martínez casi que no tuvo trabajo en el segundo tiempo, en parte porque Italia careció de ideas para poder coordinar alguna acción de riesgo y porque Argentina se mostró muy bien plantada defensivamente.
Cada arranque de Messi o bien de Di María, llevó peligro hasta el área italiana, pero la falta de puntería o la capacidad del arquero “azurro” hicieron el resto para impedir una goleada, pero en el final un contrataque de Messi terminó en un zurdazo de Dybala para colocar el balón lejos de Donnarumma.
Diga 32
La selección argentina alcanzó un invicto de 32 partidos, y superó la marca anterior, que ostentaba el equipo que dirigía Alfio Basile en la década del 90. En aquella ocasión la selección estuvo 33 partidos sin perder, pero la FIFA no reconoció dos encuentros como oficiales, ante Resto de América y Resto del Mundo, y por eso el invicto de ese equipo se redujo a 31. En ese lapso, Argentina ganó dos ediciones de la Copa América de manera consecutiva: Chile 1991 y Ecuador 1993.
La última derrota de Argentina bajo el mando de Lionel Scaloni se remonta a las semifinales de la Copa América de Brasil, disputada en 2019, y desde entonces ganó la Copa América, jugada nuevamente en Brasil en 2021 y esta Finalissima contra Italia.
El récord mundial está en manos de Italia, que llegó a estar 37 partidos sin perder, hasta octubre del año pasado. Además, los peninsulares vienen de quedar afuera de un Mundial, por segunda vez consecutiva.